viernes, 30 de noviembre de 2007

Una Gran Noche de Hotel 4ª Parte

Aquí el final de la historia espero que hayáis disfrutado.

No dejaba de chuparme y me penetraba con uno de sus dedos, el mismo que empapado en mis jugos, pasaba por el agujerito de mi cola finalmente mientras me seguía chupando y penetrando en mi vajina por uno de sus dedos, me metió otro de ellos por el culo y volví a estallar en otro gran e intenso orgasmo en su boca, que hizo que mi cuerpo se convulsione refregando mi vajina en su boca y haciéndole tomar los jugos que de ella salían.

Sus besos recorrieron el camino inverso hasta llegar nuevamente a mi boca donde pude sentir el sabor de mis propios jugos y suavemente me recostó sobre el sillón, abrió mis piernas y se colocó encima mío.. el roce de su pija en mi vajina me hacía delirar y le pedí que por favor me la ponga, tomó su enorme polla con su mano y la hizo recorrer toda la rayita, yo deliraba y no hacía otra cosa que pedirle que me la ponga. Apuntó su enorme cabeza a la entrada de mi vajina y me la empezó a meter, a pesar de la gran dilatación y lubricación que tenía, debido al grosor de su polla, me dolía mientras me la metía y sentía que me estaba abriendo por la mitad, pero ese pequeño dolor era a la vez un motiva mas para el gran placer que sentía en ese momento.

Me la fue metiendo y sacando muy suavemente hasta que me la metió hasta el fondo haciéndome sentir sus huevos en mi cuerpo, de a poco su ritmo fue subiendo en intensidad y yo lo abracé con mis piernas por su cintura, empujándolo hacia mi y acompañando sus movimientos.

No se cuantos fueron pero los orgasmos se fueron repitiendo uno tras otro, ya su pija se deslizaba con total facilidad dentro de mi y mi cuerpo se arqueaba buscando comerse por completo esa gran invasor que me penetraba, en un momento se recostó sobre el piso y yo me coloqué sobre él y me fui montando y clavando su polla en mi vajina y comencé a cabalgar sobre ella, estaba frenética y no podía detenerme mientras él me tomaba de las nalgas y con sus dedos empapados en mis jugos, me los pasaba por el agujerito de mi culo hasta que de a poco me fue metiendo uno de ellos, se puede decir que era prácticamente yo quien me los metía, ya que el dejaba el dedo en la entrada de mi ano y yo, con mis movimientos, cada vez que bajaba hacia él me los metía un poco mas finalmente cada vez que subía y bajaba me penetraba la vajina con su polla y mi culo con su dedo, luego me tomó firmemente de las nalgas y otro dedo, de la otra mano, se aproximo a la entrada de mi ano y comenzó a meterse, ahora ya tenía una tremenda polla en mi vajina y dos dedos en el culo que entraban y salían y de a poco se abrían entre si, abriendo aún mas mi culo con el objetivo de relajarlo, lubricarlo y dilatarlo lo suficiente y realmente estaba tan caliente que no dudé en decirle casi como un ruego entre gemidos de placer:

- "..Mi amor, por favor follarme el culo"..

Me levantó, me puso en cuatro y se colocó detrás de mi vi que hizo un movimiento, y a los pocos segundos me pareció escuchar como una voz que saludaba insistentemente, pero sinceramente no me importaba nada, ni me interesaba nada, solo quería que Roberto me la pusiera y cogiera mi culo, cosa que le repetía y le insistía.

- "..Mi amor, follarme el culo, rómpeme el culo hazme tu puta" le pedía entre gemidos de placer.
Apoyó su tremenda y caliente barra de carne a la entrada de mi ano y comenzó a presionar. El solo sentir esa polla tratando de invadir mi agujerito trasero me hacía delirar y siguió empujando hasta que sentí como mi culo comenzaba a abrirle paso en una mezcla de dolor y placer insoportables. Sentí como mi culo se abría hasta límites inimaginables y concretamente me lo esta rompiendo y parecía desgarrarse a medida que esa polla entraba mas y mas.

Ya su cabeza había logrado meterse por completo y con suave movimientos me la enterraba mas y mas, aseguro que en un momento pensé que ya la tenía toda adentro y que solo faltaba el contacto con su cuerpo, pero en ese momento recién me la había metido hasta la mitad, siguió follándome con suavidad hasta que mi culo se fue acostumbrando a semejante monstruo que ya entraba y salía con mayor facilidad hasta que me tomó firmemente de la cintura de un solo empujón me la metió hasta el fondo dejándome sin respiración y solo un grito ahogado, mezcla de dolor y placer, salió de mi boca desde lo mas profundo de mi.

Rápidamente el dolor se transformó en un infinito placer y con la voz entrecortada no podía parar de gemir y decirle que me estaba rompiendo el culo, que no se detuviera, que me hiciera su puta y de lo que me gustaba lo que me estaba haciendo me sentía completamente satisfecha, llena, su polla no solo llenaba mi cola sino que también llenaba mis entrañas, haciéndome sentir que explotaba en cada embestida, de a poco se fue recostando hasta quedar acostado en el suelo, llevándome con él tomada de la cintura y sin dejar de clavarme, sentía que estaba estaqueada y ahora era yo la que manejaba el ritmo metiendo y sacando la polla de mi culo y cabalgando sobre él.

Primero me la metía y sacaba suavemente hasta que el placer me hizo cabalgar como una verdadera puta, ensartándome esa tremenda polla entera en el culo giré sin sacarla ofreciéndole a su vista mi cola y como era penetrada y sentí que su polla se hinchaba anunciando que esta a punto de acabar me puso de costado, me tomó fuertemente de las tetas por detrás y metiendo profundamente su polla sentí como una verdadera catarata de leche caliente bañaba mis entrañas. Fueron al menos tres grandes y abundantes chorros de leche que inundaban completamente mi interior honestamente sentía que todo mi cuerpo era recorrido por una gran cantidad de semen.

Lentamente fue disminuyendo su ritmo hasta quedarse totalmente quieto pero siempre acoplado a mi, con su pija en mi cola la cuál se había transformado en una especie de tapón anal, impidiendo que la leche saliera de mi cola. Estábamos exhaustos y nos comenzábamos a relajar cuando nuevamente escucho esa misma voz de fondo que decía:

- Como le rompieron el culo a la puta esa! - Que bien folla!!

Aterrorizada reconocí la voz era mi novio que estaba al otro lado de la línea telefónica. Todo mi cuerpo se contrajo de tal manera que al querer apartarme de Roberto, parecía haber quedado abotonada a él. Giré mi cabeza mirándolo a Roberto buscando una explicación y él con ojos tiernos solo me hizo una señal pidiéndome que mantuviera silencio y que me relajara a la vez que tomaba su teléfono y cortaba la comunicación. De a poco me fui relajando y él fue retirando su polla dando lugar a que toda la leche que tenía contenida dentro mío saliera, recorriendo los cachetes de mi culo y mis piernas.

Roberto me contó que llamó a Carlos para darle una lección y que al menos escuche cuando una mujer goza de verdad, pero que no me preocupara ya que había llamado al móvil que él me había dado y que seguramente no me habría reconocido.

Sinceramente esa mezcla de temor y morbo que me causó el hecho que mi novio me haya escuchado volvió a excitarme, me incorporé y cuando me dirigía al baño a lavarme me di cuenta que las sorpresas no habían terminado para mi ese día.

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