jueves, 20 de diciembre de 2007

Mi Esclavo y el Vecino 1ª Parte

Como ya sabéis mi novio es mi esclavo desde hace tres añitos y lo tengo tan dominado que cada vez que me place me enrollo con quien quiero, en este caso estoy manteniendo relaciones sexuales desde hace un tiempo con mi vecino del 2º. El es un chico alto, moreno, con un buen cuerpo de músculos marcados, un culito redondito y duro, de esos que quitan el hipo.

Una mañana, después de haber pasado toda la noche con mi vecino, me pregunto si eran verdad los rumores que había en el barrio de que mi novio era mi sumiso a lo que le respondí que si, que esos rumores eran cierto. Él asombrado me comento si podíamos hacer un trío en el que mi novio también fuese su esclavo, aunque fuese por una noche. La idea me sedujo tanto que acepte sin pensarlo. Y así fue, quedamos esa misma noche a las 22h en mi casa. Al llegar a casa, no le dije nada a mi novio, él se fue trabajar y yo me quedé en casa porque ese día no trabajaba, pasé toda el día recogiendo y preparando la casa, fui al sex shop a comprar algunos juguetes. Una vez en el sex shop me hice de unas esposas, un látigo, varios vibradores, el mas pequeño de 24 centímetros, compre tres antifaces negros y un collar de perro. Me fui a casa y prepare el ambiente, encendí algunas velas, baje todas las persianas y puse una sabana roja en el suelo del salón.

A eso de las 21,30 llego mi vecino, mi novio aún no había llegado y aprovechamos para desnudarnos, y ponernos ambos los atuendos de cuero, el slip de cuero con antifaz y botas negras, yo sujetador y pantalón corto negro con botas altas de tacón. Empezamos a calentarnos, empezamos a besarnos y acariciarnos, estábamos excitadísimos cuando llego mi novio. Al entrar creo que se quedo un poco asustado, toda la casa a oscuras, iluminada solo por la luz de las velas. En ese momento me levante me acerque a él y le susurré al oído:

- Hoy te vas a librar de las bolas chinas y de los vibradores, vas a saber que es una buena polla en tu culo, así que se bueno con las visitas, sino ya sabes cual será tu castigo.

En ese momento se le cambio la cara, su rostro reflejaba miedo. Llame a Andrés, que así se llama nuestro vecino y este con su cuerpo semi desnudo apareció en la puerta del salón, con la cadena en la mano se acerco a mi novio y se la puso al cuello diciéndole:

- Putita mía, se que eres muy buena, me lo ha dicho tu ama, así que conmigo no seas rabioso y pórtate bien sino, vas a saber que es sufrir, y no me gustaría hacerte daño, porque tu eres buena verdad putita?

A lo que mi novio respondió con voz temblorosa: - Si amo, si amo.

Tras haber hecho las presentaciones me dirigí al cuarto y saque la ropita de nuestra putita, el gusto de Andrés era follarse a una empleada del hogar y ese fue el conjuntito que le habíamos comprado a mi novio. A cuatro patas y arrastrado por la cadena, como si fuese un perrito lo lleve al baño y le dije:

- Hay tienes tu ropita, Andrés quiere que seas su criada, pero no quiere que uses ropa interior, así que hoy solo tienes que ponerte esto - y cerré la puerta.

Mientras, Andrés y yo, nos acariciábamos tirados en el suelo sobre la sabana roja a la luz de las velas. Entre besos se nos paso el tiempo y nos dimos cuenta de que nuestra putita no había terminado y eso nos enfado muchísimo, sobre todo a Andrés el cual cogio una fusta y con gran diligencia se fue al baño. Abriendo la puerta de un golpe se fue hacia la putita y le ordeno ponerse a cuatro patas como un mísero perro y dejando su culo al aire Andrés empezó a castigarlo de manera brutal, nada de contemplaciones ni golpes suaves, pude ver como a mi novio se le escapan lagrimas de dolor por sus mejillas y eso me ponía súper cachonda.

Hasta aquí os cuento mañana veréis lo bien que se lo paso mi novio.

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