lunes, 10 de diciembre de 2007

El Regalo de Cumpleaños 6ª Parte

Así termino el regalo.

Cuando llegamos Roberto nos recibió dio un abrazo efusivamente y ella respondió con la misma fuerza. Cenamos y fuimos al cine según acordamos los tres, hoy cine y mañana cena intima en casa. Cuando llegamos a casa estuvimos chismorreando con unas ginebras hasta bien entrada la madrugada. Cuando nos acostamos Roberto quería relajarse un rato. Supongo que los pequeños roces que Mati le había obsequiado le recordaron los sueños pasadas. Le dije que había bebido demasiado y que tenía mucho sueño, lo dejaremos para mañana después de ver el regalo.

Al día siguiente nos levantamos tarde los tres. Mati y yo nos fuimos de compras y Roberto se quedo para preparar la cena. Mientras estábamos de compras Mati me confeso su deseo de repetir el encuentro amoroso del pasado sábado. Le dije que esta noche tendría de todo y en abundancia ya que Roberto estaba como un conejo en celo y yo también. Antes de la cena lleve a Mati a la habitación para hermosearnos el pubis y dejarlo bien rasuradito, parecíamos bebes. Empezamos a cenar a las nueve y media, Mati le ofreció su regalo un cinturón de piel y unos guantes él la beso y ella empezando el regalo le acerco su intimidad con descaro. Yo le regale un pequeño portamonedas y le dije que más tarde se encontraría el regalo encima de la cama. Hice que Roberto se pusiera delante de nosotras que pudiéramos ponerle las piernas encima del paquete para ponerle cachondo. Le había dicho a Mati que no se pusiera bragas porque si se caía algo de la mesa el se agacharía para saber quien lo estaba masajeando, y en este momento tendría que ver tu coñito bien rasurado y abierto de par en par.

Cuando Mati le puso el pie encima del paquete el se quedo mirándome como si hubiera sido yo. Ella le estaba masajeando y no podía contenerse los gestos le delataban. Tiro la servilleta a propósito para distraer la atención. Mati se incorporo y abrió las piernas para que pudiera ver el cochito peladito. Cuando se incorporo intento masajearme. Me levante y les dije que había bebido demasiado, estaba mareada y necesitaba acostarme un buen rato. A rato Mati le dijo que fuera a ver si estaba bien, Roberto entro en la habitación me beso la mejilla y pregunto si me encontraba bien. Le conteste que si que dormiría un rato y estaría mucho mejor.

- Trata bien a tu hermana y recoge el regalo de tu habitación.

- Ahora mismo voy recogerlo.

Mientras, Mati ya estaba en la habitación desnuda y tumbada en la cama esperando a Roberto. A los pocos segundos de marcharse Roberto me levante y con mucho sigilo fui a esconderme a la habitación. Roberto estaba buscando a Mati. Cuando Roberto entro en la habitación yo estaba escondida en un rincón del vestidor desde donde podía Mirar como se desarrollaba las escenas solo llevaba un salto de cama camisón de seda negro. Roberto entro y quedo desconcertado con lo que estaba viendo. La mujer de sus fantasías desnuda encima de la cama abierta de piernas y dispuesta para que pudiera divertirse a sus anchas y en su propia cama.

- ¿Que ocurre Mati? Que haces aquí?.

- No recuerda que estamos celebrando?. Piensa piensa.

- Que tiene que ver la celebración con esto.

- Que es lo último que te ha dicho antes de venir acá?.

- Ahora entiendo... Estuvo pensativo un rato y añadió Pero como...

- Si lo entiendes a que esperas para tomar posesión del don presente. Si quieres nos sentamos y te cuento toda la historia, aunque seria mejor que en otro momento te la contara.

Roberto seguía atónito, no reaccionaba se sentó en la cama y con el bocado que tenia al lado se tumbo pensativo. Mati se levanto para arrodillarse frente a sus piernas que colgaban de la cama. Le desabrocho los pantalones y le saco el objeto del deseo que estaba decaído, sin mediar palabra comenzó a humedecerlo con saliva antes de empezar el recorrido con la lengua. A medida que las caricias eran mas profundas el miembro tomaba vida y se engrandecía, con la lengua le lamió repetidamente la parte trasera del pene, por donde esta el latiguillo. La lengua de Mati no paraba, Empapaba constantemente el miembro para que el placer no tuviera ninguna aspereza. Luego la metía dentro de sus labios y rodeando su clítoris haciendo pasadas por el ano. El gemía cada vez más fuerte. Ella le levanto las piernas y las separo para poder llegar al anito con más precisión. La verga de Roberto estaba como un mástil sin vela, todo erecto y sudando los líquidos que Mati le impregnaba. El cogió la cabeza de Mati fuertemente y la apretó fuertemente entre su entrepierna. Estaba a punto de eyacular, esta acción evito que se corriese.

Sin que Mati se diera cuenta la atrapó por la cintura y la remontó asta que su conchita pelona quedo frente a su boca. Acto seguido la abrió con los dedos todo lo que pudo y a masajearla. No necesitaba humedecerla ya que estaba tan mojada que chorreaba sin parar. Gemía sin parar, comenzó a besarle el clítoris mientras se lo iba lamiendo de arriba a abajo, sus manos jugaban un papel importante también en este juego, sus dedos le acariciaban el sexo mientras su lengua penetraba dentro de el y mordía el clítoris con suavidad y salvajismo. Por la expresión de Mati supe que estaba teniendo un orgasmo. Ella se levanto para sentarse de espaldas sobre sus piernas y sin mediar palabra se introdujo todo el pene dentro de la vajina que penetro sin esfuerzo asta los testículos y empezaron un movimiento de vaivén desenfrenado. Desde mi rincón no podía soportarlo, la humedad se me expandía asta las piernas salí de mi escondite y me plante delante de ellos con las manos dentro del camisón imitando su vaivén.

La mirada de Roberto estaba perdida en el éxtasis de placer no dijo nada y prosiguió apretándola fuertemente para que el pene no se perdiera ni un ápice en la penetración. Mati me miro con un gesto de la lengua me invito a participar. Me arrodille frente a ellos apretando una pierna de Mati por debajo de mi vulva. La lengua se perdió entre el clítoris y la verga de Roberto que no paraba de impulsarla hacia y abaja. Este mismo movimiento impulsaba un movimiento que trascendía a la pierna que tenia apresada entre las mías provocándome una masturbación desconocida.

Mati y yo notamos que Roberto ya no podía soportar más y pronto estallaría y llenaría el coño de Mati de la leche calentita, no había terminado de pensarlo cuando note que la cara se me impregnaba del líquido viscoso y calentito. Por los movimientos de Mati note que tenía otro orgasmo lo que provoco que yo también lo tuviera. No quedamos tumbados en la cama para recuperarnos y volver. Al poco rato Mati se me echo encima y sus labios se posaron dulcemente sobre un pezón mientras con la mano presionaba el otro succionando con delicadeza. Yo le prodigaba caricias en el lóbulo de la oreja y profundos besos en el cuello nuestras partes intimas estaban jugueteando con caprichosos movimientos mi clítoris rozaba el suyo y así los dos se producían mutuo placer. Nuestros labios se encontraron en un beso largo y profundo mientras los cuerpos se beneficiaban de otro orgasmo. Cuando este termino nos miramos y nos abrazamos. Roberto estaba excitado de vernos, se masturbaba salvajemente. Nos acercamos a el y entre las dos empezamos manoseársela con la lengua, una por delante y la otra por detrás. Estaba tan calentorro que no aguanto ni cinco minutos de mamadas empezó a gemir y decir que se corría y se corrió. Entre las dos le limpiamos todo el espeso líquido blanco que salio brotando con fuerza.

Mati fue a buscar una botella de champán brindamos por el cumpleaños de Roberto y nos quedamos dormidos. A pasado un año después de aquel estupendo regalo. Cada celebración ya sea de cumpleaños de una de nosotras o onomástica nos hacemos el mismo regalo. No se si estos regalos duraran mucho o poco lo que si se es que mientras duren estaremos encantados de celebrarlo juntos los tres.

No hay comentarios: