sábado, 8 de diciembre de 2007

El Regalo de Cumpleaños 4ª Parte

Bueno aquí la corrida de las dos.

- Nunca pensé que esto fuera tan bueno, le confesé todavía extenuada.

- A sido genial y si he de serte sincera te diré que el placer que sentía no sabia si provenía de un hombre o una mujer, quiero decir que el cuerpo pide placer pero no te dice quien tiene que dártelo. Como estas querida?

- Ya puedes imaginarte, el último orgasmo que tuve acompañada fue con Roberto, desde entonces como te he dicho antes a base de fantasías en solitario y masturbándome, con el corazón dentro y el pulgar cosquilleando el botoncito, ya me entiendes. Ha sido genial, en mis fantasías también me lo hacia con mujeres. Nos desnudamos y nos quedamos tumbadas encima de la cama.

- Creo que ya se han ido todos, voy a buscar algo para beber. Dijo muy contenta.

- Para mi burbon con cola y mucho hielo. Cuando se alejaba la contemple puesto que aun no había visto la mujer con que me había acostado desnuda. A pesar de ser algo mayor estaba de buen ver, los pechos grandes un poco caídos las caderas con algún michelín, de motocicleta. Ahora sabía que cuando Roberto tomara su regalo yo también participaría. Apareció con una sonrisa ancha llena de felicidad, se me quedo mirando y dijo.

- Estas muy apetecible, yo estoy un poco mas gastada pero no usada sin embargo tu estas mucho mas usada y menos gastada. Nos reímos el chiste.

- Aun podrías dar mucha guerra y por lo que he visto no te falta usanza. Apunte riendo. - Los sueños me ayudan. Y ahora dime y el segundo favor. Inquirió expectativa.

- Ayer quería que te acostaras con Roberto mientras yo os contemplaba pero hoy quiero contemplaros primero y gozaros después. Que te parece. Se quedo atónita y mirándome el coño dijo.

- Como tú quieras es tu novio. No reímos un buen rato y ya en la ducha nos masajéanos un buen rato y empezamos preparar la situación del cumpleaños de Roberto. El domingo por la tarde antes de irme Mati me llevo a la habitación nos besamos y quedamos en llamarnos para establecer una estrategia común.

Mientras el tren me devolvía de nuevo al hogar no pare de pensar en la experiencia que había tenido con Mati. No en el aspecto frívolo sino en sí esto cambiaria mi actitud frente al sexo o a los hombres. Ahondando en los hechos pasados con Mati llegue a la conclusión de que fue una experiencia genial, llena de grandes matices que con Roberto y los pocos deslices que he tenido nunca los había sentido. Cuando Roberto me lame lo hace de maravilla y me excita y tengo orgasmos, sin embargo cuando Mati me lo hacia la sensación era muy distinta asta el placer era distinto, no es que fuera mayor o menor diría que todo el conjunto tenia la sensibilidad femenina, esta sensibilidad que nos hace a las mujeres tiernas, sensibles y duras a la vez.

Cuando me acariciaba el clítoris, sabía cuando tenía que morder, cuando presionar más, humedecerlo o pasar las caricias labiales a otras partes de la vulva para compensar el placer de las distintas partes internas y externas. Todo ello hacia que desde el anito asta monte de Venus fuera una erupción de placer compartida a partes iguales a le espera de entrar en erupción, el estallido se producía por dentro y por fuera. Los orgasmos vaginales tenían que recorrer todo el cuerpo para volver a la vajina se comprimía para recibir descarga que rebotaba dentro de las paredes vaginales.

Con el clítoris era distinto, Tengo que confesar que nunca tuve orgasmos vaginales y de clítoris a la vez, después del orgasmo vaginal el clítoris se endurece y se pone erecto, creo que estos pequeñeces solo las sabemos nosotras y conocemos la laboriosidad de los cambios y cuando se producen. Cuando estalla es como si una fuerza te levantara te mantuviera en el aire unos instantes y luego té soltara. Este arte solo se puede transmitir entre nosotras mismas ya que las reacciones de todos los miembros las percibimos inconscientemente y conscientemente podemos intervenir para lograr un mayor placer. Espero que Matilde gozara lo mismo que yo. Por la noche pregunte a Roberto sobre el partido me comento que fue bien y luego se fueron de copas y nada más. Y empecé a preparar el terreno para su cumpleaños.

- Que te parece si para tu cumpleaños hacemos algo especial?

- Como que... que tienes en mente cariño? - Pues hace tiempo que la hermanastra de tu padre no viene por casa, podríamos invitarla a cenar por ahí y luego ir a bailar. Que te parece. Le dije con rintintintin.

- Que pretendes? Aquello paso y ya esta se acabo.

- Yo pretendo que así sea y ya que te haré un regalo distinto me gustaría que estuviera con nosotros este día, por otra parte estos días no hemos hecho muchas confidencias, pero no te preocupes no me ha contado nada de lo vuestro. Cosas de mujeres ya sabes. Le hablaba con naturalidad para que no sospechara nada.

- Bien si es así o.k. prepáralo tu misma ya sabes que lo que tu hagas será perfecto. Dónde tienes pensado ir a cenar? Solicitó.

- No lo he pensado pero no descarto el hacerlo aquí en casa algo muy familiar, ya sabes, y si luego nos apetece salimos de copas. No obstante tendremos que tener en cuenta la disposición de ella.

- Supongo que ella estará dispuesta a lo que sea, no crees?

- Creo que si, de todas formas ya hablare con ella y veremos. Estoy agotada del viaje, voy a acostarme.

- Ve tu cariño yo subiré dentro de un rato quiero ver el reportaje del partido.

Mañana os cuento como fue nuestro plan.

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