domingo, 23 de diciembre de 2007

El Coño de mi Amiga Para Desayunar 2ª Parte

Como os dije ayer aquí esta el final de la historia.

Fue como una explosión, sus jugos aumentaron considerablemente. Yo no daba para tragármelo todo. Duró unos segundos, puso los ojos en blanco y se quedo como exhausta en la cama. Yo seguía lamiendo para limpiarlo todo bien. Me encantaba que se corriese en mi boca pero me rogó como pudo que parara.

Me situé a su lado en la cama y empecé a besarla con la pasión propia del momento. La pobre no podía ni moverse, su respiración seguía agitada, ese tipo de orgasmos la dejaban sin fuerzas. Cuando pudo me sonrió y me recordó lo mala que era cuando tenia un momento con ella, pero era algo que le gustaba. Otra ventaja de mi amiga es que es multiorgásmica, por lo que mis “buenos días” no habían acabado ahí. Cuando se recuperó y se iba a levantar a la ducha, yo no la dejé y la volví a tumbar en la cama de un solo movimiento. Me miró con cara de ruego para que no siguiese por donde iba, pero pensaba seguir de igual forma. Seguía bastante mojadita así que empecé a jugar con un dedo, que pronto tuvieron que ser dos porque uno solo apenas notaba nada. Después pasaron a ser tres. Los metía y sacaba de forma regular. Iba cambiando de ritmo, primero lento, después más rápido y luego lento otra vez. Por supuesto volvió a lubricar. Me gustaba porque lo hacia tan en exceso que sus jugos chorreaban por sus muslos y su culo y yo disfrutaba mucho pasando mis manos y mi lengua por esas partes.

Con lo mojada que estaba aproveche para meter uno de mis dedos por su culo y así estimular también esa parte. Era algo que si se le hacia bien hecho, le encantaba y yo lo sabia. Su cara era un reflejo claro de su excitación, así que comencé a un ritmo mas o menos rápido a meter y sacar todos los dedos. Un movimiento intenso y seguido. Yo mientras la besaba pero cuando sabia que no le quedaba mucho para volver a acabar, dirigí mi boca a su clítoris con el que jugué y lamí hasta que volvió a tener otro orgasmo. Ahora si que la dejé descansar un poco. No quería ser más mala, por ahora.

Ahora si que quería ducharse antes de que llegase la gente. Yo me levanté de la cama para que ella pudiese hacerlo, pero me cogió de los brazos y me dijo que quería saber como estaba yo después de cómo me había comportado con ella. Me metió la mano por debajo de la falda y aparto mi tanga. No le hizo falta buscar mucho porque rápidamente notó con los dedos lo mojadita que estaba yo, tanto que me chorreaba por las piernas. Me dijo que no pensaba dejarme así, que sería muy mala amiga si lo hiciese. Me tiró sobre la cama y me subió la falda, me quito el tanga y hundió su boca en mi entrepierna. Jugó un poco con su lengua y empezó a meter dedos en mi raja completamente húmeda. Yo quería morir del gusto. Había aguantado de forma heroica mientras acaba con ella, pero era mi turno y agradecía la dedicación que mostraba conmigo.

No tarde mucho en alcanzar el orgasmo. Notar su lengua y sus dedos como recorrían mi coño era una experiencia inigualable. Yo no paraba de gemir y cuanto mas rápido lo hacia, mas aumentaba ella el ritmo del metesaca de sus dedos en mi interior (a estas alturas ya eran 4 los dedos que tenia en mi interior). Me corrí al momento, en su mano y su boca, de forma incontrolada. Pronuncié un grito ahogado de puro placer. Adoraba aquel momento. Le supliqué que parara y se sentó a mi lado al borde de la cama. Me dio un apasionado beso y se levantó camino a la ducha. Como pude me recuperé. Ahora mismo yo también necesitaba una ducha y me dirigí al cuarto de baño. La pillé regulando el agua para meterse dentro y por supuesto, yo pensaba meterme a ducharme también, así que...

Lo que paso en esa ducha será mi próximo relato. Espero que les haya gustado.

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