lunes, 21 de enero de 2008

Vacaciones en Acapulco 3ª Parte

Bien aquí os cuento como me fue con estos dos chicos.

Cuando paró el ascensor, me dejaron pasar primero dándome una pequeña nalgada, yo solo les sonreí y volví a entrar y uno de ellos me comenzó a acariciar por detrás las nalgas; yo no decía nada, únicamente estiré mi mano a su pene para darle una pequeña caricia. Los tres sonreímos. Uno detuvo el ascensor en otro piso, el que me estaba acariciando me agarró de la mano y me sacó; los tres nos dirigimos a un pequeño cuarto donde guardaban las toallas y las cosas de limpieza.

Entramos rápidamente y mientras uno de ellos cerró la puerta, el otro metió las manos debajo de mi falda para quitarme las tanguita y acariciar mi vajina. Se dio cuenta que yo estaba muy mojada, entonces me tomó por la cadera, me dio la vuelta y me agachó para metérmelo por detrás. Su verga era muy gruesa y larga, yo creo que de no haber sido por que estaba tan húmeda me hubiera lastimado pero en lugar de eso sentí riquísimo, me llenaba toda.

El otro tipo se paró enfrente mió sin saber qué hacer, entonces lo acerque hacia mi, le desabroché el pantalón le saque su polla y me la metí en la boca. Su pene se fue poniendo más duro dentro de mi boca, mientras que por detrás su amigo me follaba cada vez más duro. Yo me sentía medio mala por hacer eso pero era tan rico. Al rato, los golpes de su cadera contra mis nalgas fueron tan rápidos y duros que me dio a entender que se iba a venir, por lo que les dije que cambiaran de posición.

Sin decir nada se cambiaron de lugar y tan pronto me los metieron yo comencé a mamárselo muy fuerte hasta que se vino dentro de mi boca, su leche era caliente. Al mismo tiempo, el que me lo metía por detrás me dio mas duro y comenzó a venirse, primero dentro de mi, pero después lo sacó para terminar echando toda su leche sobre mis nalgas.

-"Por favor, antes de que se te ablande métemelo por detrás", dije excitada.

Ellos me acostaron en una toalla de lado y uno me lo metió por atrás y el otro por la vajina, eran tan grandes que apenas podía moverme, los dos me lo metían y me la sacaban muy fuerte hasta que tuve mi orgasmo tan fuerte que los dos me tuvieron que tapar la boca para que no nos oyeran los huéspedes.

En cuanto terminó todo, me acosté boca abajo para tranquilizarme y cuando levanté la mirada, me encontraba sola y mi tanga estaban al lado con unos billetes.

Traté de pararme y alcanzarlos para darles su dinero y decirles que yo no era de ese tipo de mujeres pero mis piernas todavía no me respondían a causa del orgasmo que había tenido. Tuve que esperar un rato para descansar mientras me limpiaba el culo de la leche de ellos.

Me puse la ropa y salí del hotel, los tipos habían terminado su turno, así que no pude verlos. Al llegar a mi cuarto estaban mis amigas contándose sus aventuras nocturnas. Al verme me preguntaron cómo me había ido.

-"Nunca me van a creer, solo les digo que fue una noche única y además tengo dinero para repetirla mañana", respondí.

Desde ese día siempre en mis vacaciones viajo a Acapulco.

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