sábado, 12 de enero de 2008

Pasiones Prohibidas 1ª Parte

Bueno, mi historia comienza cuando a los 31 años y luego de dos años de luchar por la convivencia con mi novio, no termino nada bien. Como en Inglaterra no me quedaban familiares, sólo buenos amigos, y dada la insistencia de mi hermana de que me fuera a vivir con ella a España, aunque lo dudé muchas veces, me decidí y le hice caso.

Cuando llegué, la cordialidad de mi hermana y su familia me hizo sentir como en casa, a pesar de mi dolor, que para ese tiempo era muy intenso. Fue a los seis meses de vivir allí, cuando comencé a descubrir pequeños detalles que fueron motivando que la percepción que tenia de las cosas cambiaran poco a poco. De comienzo me llamaba la atención que mi cuñado siempre tardara tanto en el baño, y que siempre que lo hiciera, se duchara. Luego me incomodó, aunque él no notara que lo observaba pues creía que leía, que pasara por el living con una erección que a pesar de usar jeans cortos no podía disimular.

Pero para serles sincera lo que mas turbó mi mente fue un día que sentada en parque leyendo, pude darme cuenta que mi cuñado me esta observando con unos ojos que denunciaban excitación de su parte. Mi instinto de mujer hacía que en el fondo me gustara la situación, que me gustara el sentirme nuevamente deseada después de más de tres años, me gustaba que un muchacho tan joven y tan bien parecido fuera el que me deseara. Fue cuando comprendí y acepté esto, que decidí cambiar radicalmente de actitud, quería saber cuánto más podía provocarlo, y hasta qué punto podría crecer más la excitación.

En ese momento decidí usar ropa mas ajustada, aprovechar toda ocasión posible para estar en posturas sexis y hasta en algunas ocasiones contestarle con miradas profundas a aquellas miradas de la que era objeto. Obviamente no tardó en hacerse notar el efecto en mi cuñado, el comenzó a actuar de una manera que llegué a creer salvaje, por la cantidad de veces que iba para el baño. Comencé a usar perfumes con riquísimas fragancias, en otras ocasiones dejé de usar ropa interior, y luego comencé a ducharme más seguido en el mismo baño que mi cuñado lo hacía, utilizando el mismo jabón y dejando en él esas fragancias que tanto lo volvían loco. Fue en ese momento, después de hacer todo eso, que me di cuenta que la situación no iba sostenerse mucho mas, en cualquier momento tomaría la iniciativa y trataría de hacer material todos esos deseos que lo estaban descontrolando totalmente.

Pero el pobre, muy por el contrario hacía esfuerzos desmedidos para aguantarse de hacer algo que pudiera generarle un terrible problema familiar, así que aunque lo creí, ese paso no se generaba. No conforme con ello decidí redoblar mi apuesta. Le pedí a mi hermana si tenía una videocámara para prestarme, a lo que ella por supuesto me dijo que sí. Mas tarde me fui a mi cuarto y encendí la cámara, la puse sobre un zapatero enfocando a mi cama y comencé el show.

Me puse un porta ligas blanco, me acosté en la cama y comencé a acariciarme, primero fueron caricias muy suaves sobre la ropa interior, en mis partes mas sensibles, luego muy despacio bajé mi sostén y comencé a lamer suavemente uno de mis pechos, más tarde esa lamida pasó a ser una fuerte mamada, y luego dicha mamada me hizo hacer a un lado mis panties y empezar a meterme con furia dos dedos en mi coñito. Qué excitación!!!!! Qué paja que me estaba haciendo!!!! Y el saber que me estaba grabando para mi cuñado, me hizo poner tan caliente que nada me importaba. Después como la frutilla de la torta y para hacerme acabar con unos gemidos que dudo que no hayan escuchado, me puse en cuatro mientras me tocaba (enfocando a la cámara) y me metí la puntita de un dedo por el culo, que al nunca haber sido tocado, inmediatamente me hizo acabar de una manera increíble.

Al día siguiente y después de semejante faena, volví a la habitación de mi cuñado y le pregunté qué le pasaba a la videocámara que no funcionaba? (Obviamente que yo sabía que la batería se había acabado) y él me lo confirmó. A lo que con un toque de inocencia (de esa que para esa altura ya hacía mucho tiempo que ya no tenía) le dije: uyyy entonces ayer cuando me la diste quedó encendida, no me conseguirás otra cinta para darme? Y como broche de oro volviendo a una actitud inocente y con la carita más seria que pude poner le dije a el al dármela, toma guarda ésta que ya está usada y vaya uno a saber qué fue lo que se grabó. Acto seguido y tal como había dicho, me fui a pasear, dejándole la duda de qué fue lo que se grabó en dicha cinta. Sería muy fácil de imaginar que lo primero que mi cuñado hizo al irme, fue ir a su cuarto y chequear lo que se grabó. Me hubiera gustado del mismo modo haber tenido la posibilidad de filmar su expresión cuando vio el contenido de la misma. Pero igualmente no fue necesario, bastó con que al regresar ver la expresión que tenía en ese momento, para darme cuenta que no solo la vió, sino que para esa altura lo había descontrolado totalmente. Pero por las dudas, no fuera cosa que se enfriara, esa noche dos segundos antes de que él entrara a ducharse (si es que realmente se duchaba) entré yo a ducharme y al salir, como toque de gracia, lo hice delante de él y con una batita blanca casi transparente que dejaba adivinar con facilidad que debajo tenía el mismo portaligas blanco y el mismo conjunto de ropa interior que había utilizado en mi debut cinematográfico.

Bien aquí les dejo por hoy mañana les cuento como terminamos mi cuñado y yo

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