sábado, 19 de enero de 2008

Vacaciones en Acapulco 1ª Parte

La noche iniciaba, era la primera vez que salía de viaje a Acapulco con mis amigas, y era la mas joven de todas; el plan era ir a bailar y ver qué podíamos levantar. Acordamos que si nos separábamos y al llegar al cuarto veíamos colgado el letrero de "no molestar" significaba que alguna de nosotras estaba con alguien y tendríamos que esperar a que terminaran para entrar.

Mi plan era encontrar un hombre atractivo de buen cuerpo con el cual pasar la noche, mi cuerpo lo necesitaba. Yo había terminado con mi novio hacía 4 meses y desde aquel entonces lo único que había hecho era masturbarme 2 o 3veces en las noches sola en mi cama.

Pero esa noche me desquitaría, así que me vestí muy sexy, con una minifalda tipo escocés roja, una blusa negra semitransparente, y la ropa interior blanca más pequeña que tenía con encaje.

A la hora de decidir adónde ir a bailar nunca nos pusimos de acuerdo, por lo que nos separamos, yo fui a una que tenia un ventanal enorme por el cual se veía la bahía de Acapulco de noche. Al inicio de la velada me sacaron a bailar un par de tipos, aburridos y bastante feos. Rápidamente les dije que estaba cansada para que me llevaran a la mesa, mientras transcurría la noche decidí que no bailaría con otro hombre feo por lo que me quede sentada un buen rato. Como a la hora de estar sentada, casi me estaba durmiendo y ya pasaba por mi mente el hecho de terminar la noche sola y masturbándome de nuevo en el baño del cuarto del hotel porque de pronto la habitación estaría ocupada por alguna de mis amigas. El solo pensar que alguna de ellas estaría con un hombre musculoso y con un gran miembro teniendo una noche increíble, me comenzó a excitar; de pronto una voz me despertó:

-"Quieres bailar?".

Era una rubia de ojos azules, muy buen cuerpo, grandes senos, caderas redondas y unas piernas grandiosas en un mini vestido blanco muy pegado a su cuerpo, lo que la hacía ver espectacular. Al principio me desconcerté tanto que no pude contestar nada.

-"Perdona, te veo aburrida. ¿Quieres bailar"?

Durante unos cuantos segundos lo pensé pero llegué a la conclusión de que era una buena idea. Los tipos del sitio me verían y ya no tendría que estar a la defensiva, además me quitaría de encima el estar pensando en mis amigas.

-"Sí, claro, por qué no?", dije.

Bailamos durante un buen rato, ella era una gran bailarina y en algunas piezas de música dance bailamos increíble, ningún hombre me había llevado tan bien en un baile, asimismo ella me hacía comentarios de las personas que bailaban a nuestro alrededor que me hacían reír mucho. Claro que para hacerlo se me pegaba mucho para decírmelos al oído, al principio no le puse importancia pero poco a poco el roce de sus senos me comenzó a excitar lo cual me espantó un poco. ¿Cómo era posible que me estuviera excitando una mujer? Sin embargo, después llegué a la conclusión de que era una mujer muy linda y que me divertía mucho, entonces fui dejando que cada vez se acercara más y opté por disfrutar el momento sin ningún prejuicio, al fin y al cabo yo acepté bailar con ella y podía irme cuando quisiera.

Al rato, cuando la música se puso romántica y el lugar se oscureció, mi intención fue la de caminar hacia la mesa; pero ella me tomó de la cintura con una mano y con la otra cogió mi mano llevándome hacia ella suavemente. Mi única reacción fue poner mi mano en su hombro y a su lado, empezó a moverse con el ritmo de la música y sin pensarlo más yo la seguí en el baile. La balada fue juntándonos más, acercó mi mano a su pecho y yo me pegué más a ella; la punta de sus senos tocaban mi pecho y sus piernas rozaban las mías. En una reacción que todavía no entiendo por qué la hice, me acerqué para recargarme en su hombro, nuestros cuerpos se rozaban tanto que casi no podíamos movernos y era tan excitante que comencé a sentirme húmeda entre mis piernas.

Al poco tiempo, ella me sugirió que fuéramos a retocarnos el maquillaje al baño y tras pasar por su cartera y la mía, nos dirigimos al baño. Cuando entramos habían 5 niñas más, para vernos al espejo ella tuvo que pararse detrás mío y como era un poco más alta, no tenía ningún problema. Al fin quedamos solas en el baño, ella seguía atrás de mi, yo estaba empeñada en corregirme el delineador cuando comencé a sentir su cuerpo rozar el mío por la espalda, su mano empezó a acariciar mis piernas muy suavemente; yo quedé inmóvil, no sabía qué hacer, ella se acercó más por la parte de atrás, yo podía sentir sus senos tocar mi espalda. Con su otra mano acariciaba mis pequeños senos y mis pezones comenzaron a endurecerse, el asunto me excitaba mucho, la mano que tocaba mis piernas la comenzó a subir hasta meterla debajo de mi falda y aprovechando que mis braguitas eran muy pequeñas, pudo meterla entre mis piernas y acariciarme el clítoris. Quise darme la vuelta y reclamarle, pero lo único que salió de mi boca fue un gemido por la forma en que tocaba mis senos y la entrepierna y antes de que pudiera pronunciar alguna palabra sus labios besaron los míos, fue un pequeño toque, su lengua acarició la boca y antes de que pudiera ser más profundo el beso alcanzamos a oír que alguien entraba al baño. De modo veloz, sacó su mano de debajo de mi falda.

-"Vamos a seguir bailando", me dijo con la intención de que las que entraban la oyeran.

-"Claro, un segundo guardo mis cosas".

Metí todo en mi cartera, muy despacio porque estaba tan excitada que no podía ni caminar. Cuando me tranquilicé un poco, caminé hacia la puerta, ella me tomó del brazo y se acercó a mi oído:

-"Si quieres nos vamos a algún lugar donde podamos estar a solas" me dijo con cara de niña traviesa.

Yo estaba tan excitada que seguramente con sólo rozarme un poco más, podía correrme.

-"Sí, vamos a donde quieras".

Ella me dijo, "te parece bien mi cuarto de hotel?".

-"Claro, déjame pagar la cuenta y nos vamos".

Bien aquí termino por hoy mañana os cuento como fue en su habitación.

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