domingo, 6 de enero de 2008

La Mesa de Billar 1ª Parte

Esto que voy a relatar me ocurrió hace un año. Estaba durmiendo la siesta cuando de pronto la mujer que limpia y cuida la casa me despertó, y me dijo: tengo una sorpresa para ti. En un principio me cabree bastante, odio que me despierten pero lo de la sorpresa aplaco un poco mi cabreo.

Mi criada es ya mi amiga, suelo contarle bastantes cosas ya que pasa mucho rato en mi casa, mi casa es un chalet enorme decorado al estilo antiguo pero equipado con las ultimas tecnologías. Me levante, la seguí y había una caja del tamaño de una de zapatos, se acerca y me dice toma ábrela, es mi regalo de navidad, la mire y le dije que no tenia que haberlo hecho pero me dijo que daba igual porque me iba a encantar.

Total lo desenvolví del papel de regalo y vi que la caja era de un sex-shop, la abrí y era un pedazo de consolador con dos pollas unidas que se podían desmontar y ser solo una o luego enroscar y tener dos, una pasada. Total la mire y dije sonriendo ¡vaya regalito! Ella también rió y me explico que lo compro porque entro en un sex-shop con su novio a comprar algunas cosillas y vio eso y se acordó de lo que yo le contaba. Yo en ocasiones le comentaba a ella mis tendencias sexuales, le dije que era bisexual y a veces le contaba mis experiencias con chicas y que los aparatos que utilizábamos no me gustaban tanto como una polla de verdad, total que me regaló eso a ver si eso me parecía mejor.

Ella se fue a los pocos minutos con su novio y yo me quede alucinando, tenía que poner en uso aquel maravilloso aparato, era de un color verde azulado, no olía a nada, se veía que estaba hecho solo para dar placer. No quería utilizarlo como consolador, tenia que hacerlo con alguna chica, pensé en llamar a alguna con la que lo hubiera echo ya pero mis relaciones con ellas ya casi eran inexistentes, pensé en una amiga mía, muy amiga con la cual no había surgido aun nada pero todo lo que hacia con ella rozaba el limite entre la amistad y la sexualidad, ella es morena tiene un pelo liso perfecto, ojos enormes verdes, un poco mas baja que yo y con pechos grandes y trasero perfecto.

Había dormido con ella mil veces, me enseñaba sus pechos, me pedía que se los tocase, nos pasábamos el tiempo acariciándonos, lo mejor era cundo estábamos borrachas, me hacia todo tipo de insinuaciones, me chupaba los dedos mientras me miraba con cara de autentica ninfómana, me pedía que la follara, me reproducía sonidos de orgasmos, incluso una vez nos empezamos a meter cuello y nos dejamos que parecía camuflaje militar, etc, todo en un gran tono de broma, el cual me ponía enferma, no sabia si iba en serio o iba en plan broma, a mi esta chica me gustaba realmente, casi estaba enamorada de ella no paraba de pensar en ella y me cortaba muchísimo en temas así, quizás por eso nunca hable el tema de la bisexualidad con ella, yo sabia que ella había tenido relaciones sexuales con chicos pero no sabia si con chicas también al igual que yo.

Total iba pasando la tarde y yo tenia ahí mi aparatito nuevo muerto de risa, después de mucho tiempo y coger y soltar el teléfono mil veces la llame, habíamos quedado todos nuestros amigos para cenar por el cumpleaños de uno de ellos, así que le dije si quería pasar la tarde conmigo para luego salir en mi coche hacia allá, me dijo que no sabia si podía, que luego me llamaba.

Me sentí fatal justo cuando me decido a decírselo ahora va tan normal sin ningún tono cariñoso y me manda al carajo. Me puse a jugar al billar, paso un rato y sonó el teléfono, me emocione y lo cogí corriendo era ella, decía que estaba llegando a mi casa, que la traían en coche. Colgué y corriendo me vestí, ya que andaba en pijama desde la siesta, guarde mi nuevo aparato en un armario del salón del billar y llamaron a la puerta, cogí un palo de billar y me tranquilice para que no pareciera emocionada, abrí, le di dos besos y la invite a pasar, estaba radiante iba ya vestida para la cena, ella viste muy elegante y desprendía un olor totalmente atrayente, su olor de siempre elevado al cuadrado ya que venia todavía con el pelo mojado y toda calurosa del coche, se quito su chaqueta y quedo con una blusa fresca blanca a pesar de que estuviéramos en pleno invierno, a mi también me subieron los calores y le dije que iría a bajar la calefacción, así lo hice mientras ella dejaba sus cosas encima de la mesa del salón.

Me acerque a ella y le dije lo guapa que iba, ella sonrió y me pregunto que estaba haciendo, señale el palo de billar con mi brazo y me dijo ¡que guay, vamos a jugar! Aunque ella no tenia ni idea me propuso que la enseñara, así que le explique como se colocaban las manos, todo aquello me recordaba a la típica escena de película cogiendo el chico a la chica por detrás y enseñándole a tirar, y si fuese una peli porno ya se la estaría metiendo por detrás, así que recordé el maravilloso regalo que había recibido antes, de nuevo me subieron los calores, me separe y le dije, a ver prueba a tirar tu, metió una bola y me abrazo, yo ya no sabia que hacer me estaba poniendo mas nerviosa de lo normal. Luego ella vio que yo le di con efecto a una bola y me insistió que le enseñara:

- Enséñame anda por favor, quiero tirar como tu, me encanta esto (esto me lo decía mientras me miraba con la cara más tierna del mundo y luego con la sonrisa mas picara)

- No quieras aprender todo en un día tu sigue con tu tiro normal (yo estaba totalmente temblorosa)

Pase a su lado para darle a mis bolas y ella me dio una palmada en el culo mientras me decía venga hazlo, cogeme como antes y dime como tirar, yo me di la vuelta y la mire con cara como de cabreo en broma y le dije venga ponte, se coloco y me puse detrás, tenia todo su cuello a 2 milímetros le cogí suavemente las manos habiendo acariciado disimuladamente sus brazos y me prepare para explicárselo, retarde aquel momento todo lo que podía y de pronto ella me dijo: tu respiración me esta poniendo mala, me separe y vi justo que le daba entre la oreja y el cuello, así que me reí y en vez de separarme me acerque y le di un pequeño bocadito en la oreja, ella dio un respingón y se puso de frente mía se rió y me dijo:

-no empecemos como la otra vez.

Refiriéndose a lo del cuello y los moratones, me reí y le cogí los brazos, la puse de nuevo en su postura para enseñarle el tiro y ella acomodó su trasero a mi entrepierna, en serio era de película. A mí me dio un escalofrió el roce con mi entrepierna y volví a acercarme a su cuello, le hablaba de cómo debía darle a la bola pero me daba cuenta de que ella me miraba por el rabillo del ojo, de pronto ella giro su cara y me mordió mi oreja, mas que un bocado me la chupo, y sonriendo las dos picaramente dijimos:

- Que haces?

- Nada devolvértela

- Ja, pero si apenas me has mordido

- Es que soy más sutil que tu

-Ya claro eso es porque no he querido serlo

- A ver, dale

En un principio pensé en no hacerlo, pero no quería que pareciese lo contrario a lo que realmente sentía, así que lentamente me acerque y le chupe la oreja con la mayor sensualidad que pude, me separe y vi que ella tenia los ojos cerrados mientras sonreía, luego hizo un gesto de escalofrió y me dijo que le había gustado.

- Creo que a sido bastante sutil no?

- Lo puedo mejorar

- Ya, claro

- ¿Qué no?

Bueno como termino la partida de billar os lo contare mañana.

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