domingo, 20 de enero de 2008

Vacaciones en Acapulco 2ª Parte

Aquí sigo contando mi experiencia con esta chica tan espectacular.

Fuimos a nuestras mesas, yo a pagar la cuenta y ella a avisarles a las amigas con las que venía que se iba. Por unos segundos pensé que estaba loca. Cómo pensaba en irme con una mujer a su cuarto para estar a solas? Pero estaba tan caliente y las otras opciones eran hacérmelo sola o buscar a cualquier hombre para que me complaciera y en ese momento ambas me parecieron espantosas. Pagué rápido y me fui a la puerta donde ella ya estaba lista con un taxi. No tardamos mucho en llegar al hotel, al entrar al cuarto me sentí un poco asustada pero ella era muy amable conmigo,

-"ven, siéntate en la cama. Sí? No te preocupes que te voy a tratar como una reina".

Se acercó a mi y me dio un beso suave, seguido por otros más profundos mientras que me desabrochaba mi blusa para acariciar mis senos, como veía que yo no me movía ella se quitó el vestido y me acostó en la cama antes de que me diera cuenta estaba sin ropa , besaba todo mi cuerpo; mis pezones estaban durísimos. Fue abriéndome las piernas, yo cerré mis ojos para sentir todas sus caricias, me besó el cuello, el busto, y al llegar a mi clítoris estaba yo a punto de tener un orgasmo. Su lengua acariciaba mi clítoris y luego comenzó a jugar con mi ano, nunca nadie me había tocado por allí, porque pensaba que era horrible pero en realidad era excitante.

Antes de poder pensar en otra cosa, el clímax fue tanto que tuve un orgasmo; ella levantó su cabeza para sonreírme, "bien mi vida, bien, gózalo", me dijo mientras yo gemía de placer. Cuando me tranquilicé un poco, ella se acostó con las piernas abiertas junto a mi por lo que supuse que lo que quería era besara su clítoris, así que puse mi cabeza entre sus piernas y la acaricié con mi lengua; primero pensé que me daría mucho asco, pero cuando comenzó a quejarse y a humedecerse me gustó tanto que la hice venirse tan rico que me dio un poco de envidia ya que yo seguía muy excitada. Con una de sus manos me cogió de la cabeza para que no pudiera separar mi boca de su clítoris, con la otra abrió el cajón de su mesa de noche y sacó un consolador muy grande.

-"Mira lo que tengo para ti, estoy segura que te va a gustar, ven acuéstate aquí y abre tus piernas".

Cuando tomé mi posición, ella lo fue metiendo a mi vajina, era increíble, era del grosor exacto y me lo metí hasta adentro; me sentía toda llena de aquello, cuando lo vi bien yo tenía metida la mitad y quedaba otra para ella.

-"Es para las dos al mismo tiempo".

Se puso al frente mío y comenzó a metérselo hasta que su vajina tocó la mía, yo no podía emitir ni media palabra, lo único que hacía era quejarme menearme para que se moviera el consolador dentro de mi. El roce de su vajina con la mía era tan fuerte que las dos logramos venirnos en un gran orgasmo que nos dejo tendidas en la cama un buen rato. Cuando me pude recuperar, me saqué el consolador y me vestí.

-"Me tengo que ir, mis amigas se pueden preocupar por mi", le dije.

-"Bueno, te puedo ver otro día?".

-"Claro que sí".

Se paró desnuda y me dio un beso en la boca.

-"Te gusto?", me preguntó.

-"Sí, muchísimo,". Correspondí a su beso y salí del cuarto.

Cuando estaba sola en el pasillo me sentía culpable por haber hecho el amor con una mujer, me preguntaba si eso significada que yo era lesbiana, la sola idea me asustaba, pues a mi siempre me habían gustado los hombres; pero por otro lado me había gustado mucho lo que había hecho.-4-
Mientras esperaba el ascensor, llegaron dos tipos, de esos que ayudaban con las maletas en el hotel, pero bien parecidos. Creí que sería una buena prueba para resolver mis dudas el tener algo con ellos, podía sentir sus miradas sobre mi cuerpo, lo cual me excitaba.

Bueno lo que paso con estos dos chicos os lo contare mañana.

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