jueves, 28 de febrero de 2008

Follada por 2 Consoladores y Una Polla 2ª Parte

Aquí os cuento lo que sucedía en la cueva cuando volví.

Cuando puse un pie en ella, no pude más que llevar una mano a mi polla. El espectáculo que se presentaba era hermoso. Ana y Wilson estaban estrechamente abrazados y se besaban apasionadamente. La lengua de él entraba en la boca de ella que la recibía y la retenía entre sus labios y las monumentales tetas de mi amada se refregaban contra el bien formado torso masculino. Las manos de Wilson se hicieron dueñas de las tetas de Ana y su boca bajo hacia ellas como para querer libar del elixir anhelado. Comenzó entonces a besarlas desesperadamente e introducir los rebosantes pezones en su boca, sin hacerles faltar el suministro de lengua que ella parecía suplicar. Chupaba uno…y después el otro…los amasaba y los sorbía. Mi esposa gemía y gemía, mientras su mano se apoderó del arma letal del paulista y comenzó a mecerlo muy lentamente. Me miró como pidiéndome disculpas, yo le sonreí y la levanté el pulgar en señal de autorización. Se arrodilló entonces y engulló ese magnífico ejemplar de polla. Pasó su lengua, reiteradamente, de la base a la cabeza, lubricando todo el tronco con su espesa saliva. El solo murmuraba:

-"shupa tudo…tudo o pau".

Ella acariciaba sus huevos y se tragaba toda la polla haciendo desfallecer de placer a su ocasional amante.

De pronto, él la tomó de la mano y la puso de pie. Suavemente, la recostó contra la pared de la caverna y la levantó por las piernas colocando su cabeza entre ellas. Muy tiernamente, comenzó a acariciar con la punta de su lengua el clítoris femenino, mientras los pezones de mi querida Ana eran oprimidos por las manos de su amante. Ella gemía como una loca y gritaba:

-Dame toda esa lengua amorcito, chupamela así que soy toda tuya, dame más lengua…damela toda".

El no se hacía rogar y le enterraba la lengua en la vajina, mientras sus dedos cambiaban de destino acariciando y vibrando en las puertitas del culo de mi amada. Ella, sin soltar aquella polla soñada, deliraba de gusto y tenía su primer orgasmo:

-"Estoy acabando, guachito mío, no dejes de mover esa lengua, dámela toda…si…la quiero" y apretaba sus piernas como para que la lengua de su machito se le quedara a vivir adentro.

Cuando las convulsiones de Ana cesaron, se paró y en gesto de agradecimiento por tan gloriosa mamada besó tiernamente los labios de Wilson. Luego, se puso de rodillas, tomó la polla entre sus manos y dijo:

-"Ahora quiero beberme toda tu lechita, hermoso".

Y comenzó a pajearlo violentamente. Luego, cesó el frenético movimiento y la introdujo en su boca todo lo que pudo iniciando un tránsito envolvente de su lengua por el rojo glande. Por momentos detenía el movimiento, por momentos se la comía toda y luego reiniciaba la movida, incrementando los gemidos de su deseada pareja. La verga ya despedía sus primeros jugos. Wilson gritaba:

-"Shupame pau..tudo", y tomaba con sus manos la cabeza de Ana para hacer llegar su verga hasta la garganta de mi putita hermosa.

–"Tuda mi leite para vocé, garotinha" decía e incrementaba el movimiento de sus caderas, enterrando su garrote en lo más profundo de Ana.

De pronto Wilson comenzó a temblar, se escucharon los gemidos de Ana parcialmente disimulados por la tranca que estaba degustando, y torrentes de leche se vieron asomar de los labios de mi tierno amor. Ella, solícita con su amante, trataba de tragarse toda aquella generosa ración, pero su boca no alcanzaba y el excedente chorreaba por su cuerpo, mientras se veía relamiéndose de gusto. Wilson, enarbolando su verga como trofeo de guerra murmuraba:

-" Gustoso…gustoso…tuda mi leite para vocé argentina bela, agora quero sua buceta"

Ambos se pusieron de pie, se abrazaron y comenzaron a comerse la boca. Los labios de Wilson empezaron a teñirse con el blanco de su propio semen, con el color de la leche que aun emanaba de la boca de mi mujercita. Se besaban, se acariciaban, se mimaban como una pareja de tiernos novios. Yo, mientras tanto acariciaba mi verga haciendo grandes esfuerzos para no acabar, ya que presentía que la mejor parte estaba por venir.

Y la realidad me da la razón una vez más. Wilson toma a Ana por la cintura y monta la pierna derecha de ella sobre una roca, levantando su culo hasta ponerlo a la altura de su verga. Acaricia suavemente las caderas de mi hermosa dama, e introduce dos dedos en su vajina iniciando en exquisito mete y saca. Ana gime…me mira fijamente a los ojos y, a pesar que quiere evitarlo, gime con su mejor cara de puta. El acerca la cabeza de su palpitante animalito a la Vajina de mi Ana…la frota contra su clítoris mientras sus manos se aferran fuertemente a las inflamadas tetas de mi dueña. Un grito de ella me lleva a bajar nuevamente la vista hacia su sexo. ¡Cómo la están cogiendo, mi hermosa!...Su Vajina está totalmente llena. Una verga enorme, lubricada y palpitante se mueve muy dentro de ella provocándole los mejores suspiros. Ana está a mil, su cabeza gira y sus labios buscan la boca del macho que la enloquece con sus bravías embestidas. Su lengua se encuentra con la del paulista y cintura se mueve frenéticamente hacia atrás obligando a su vajina a ir incesantemente en busca de aquella verga que la somete y la subyuga. La siente adentro…mi pobre amor…muy adentro, taladrando sus entrañas, convocando a todos sus zumos, haciéndola hembra…más hembra que nunca.

-"Dame polla, hermoso mío, la quiero, me vuelve loca, me encanta…me estás matando. Follama, no dejes de moverte sentirme, mi vajina caliente es solo tuya".

Ana no da más. Quiere acabar temblando sobre la hinchada polla de Wilson. Me mira. ve como me pajeo y abre grande su boca en un gemido interminable. Sus ojos se muestran extraviados, está cabalgando sobre la polla que siempre soñó, está llamado a todos los duendes del orgasmo para que la hagan, al menos por unos segundos, la putita más feliz del universo. Y, finalmente, llega. Y Wilson, llega. Y se abrazan fuertemente e intercambian sus líquidos. Y la polla de él se entierra más fuerte que nunca en sus estertores postreros. Y ella delira de lujuria, y eso me encanta. Y la leche de él en se vuelca en sus entrañas y se siente muy mujer, muy de Wilson, muy poseída, muy bien cogida. Y yo me acerco a ellos y descargo mi leche sobre las tetas de mi hermosa. Ella apenas me mira…y lo besa como una novia enamorada, Ellos se abrazan…ellos se besan…ellos se tocan mientras mi semen baja por el cuerpo de mi esposa. El, Wilson , en español le dice:

-"Ahora quiero tu culo mi amor, quiero hacerte, cosita, el culo".

Ella le toma la manos y mirándolo, embobada, a los ojos, le responde:

-"Hoy solo toda tuya mi amor, puedes pedir lo que quieras, puedes poseerme de todas las maneras. No quiero que dejes de follarme…no quiero"

Para mi, ya era demasiado. Para un solo día. Me interpuse entre ellos y dije:

-"Si quieren seguir disfrutándose pueden hacerlo, pero no ahora, en otro momento. Mañana podemos reunirnos en nuestra cabaña y vivir toda una noche de sexo. Esta vez también yo voy a participar. Mañana, Ana, vas a tener dos vergas de carne y hueso muy adentro. Vas a gozar como la hermosa puta que eres. Mañana va a ser un día inolvidable.

Nos fuimos entonces. Pero antes, ellos se abrazaron y se besaron. Primero tiernamente y luego enredando sus lenguas. Ella dijo:

-"Hasta mañana, te espero".

El le respondió: -"Adiós, te deseo:".

Nosotros, nos tomamos de la mano y caminamos por la arena rumbos a la salida con la alegría de una fantasía cumplida y la perspectiva de nuevas delicias para los sentidos.

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