jueves, 10 de julio de 2008

En El Cine Porno 2ª Parte

Bien aquí os sigo contando me aventura en el cine.

Rápidamente, me dirigí al baño y me pude percatar que estuvimos cerca de media hora en esos sensuales y excitantes momentos de sesiones de sexo prohibido y por el nerviosismo que me embargaba producto de la tremenda ansiedad de ser culeada lo antes posible y que ya estaba a punto de lograrlo, enseguida y con el propósito de facilitar las cosas para lograr mi propósito, me retiré por completo mis braguitas que guardé en mi pequeña carterita que había llevado para la ocasión y me acomodé la partidura de mi faldita hacia atrás y con el objeto de que estos parroquianos me pudieran culear por atrás y sin ningún problema, ya que yo simplemente me sentaría sobre sus deliciosas presas y daría comienzo a las sin iguales cabalgatas.

Enseguida, me dirigí a la sala y a ubicar a esos tres calientes y excitados forasteros cual sería mi sorpresa que éstos se habían ubicado uno al lado del otro y por los alrededores no se veía persona alguna, hecho que me agradó sobre manera, puesto que yo había decidido que el primero que me culearía sería el que se encontraba a mi derecha y que era el que más me había manoseado, que entre paréntesis me hizo correr mis fluidos vaginales hasta las rodillas y sencillamente, al pasar a acomodarme entre ellos y observar que sus vergas aún las mantenían al tope puesto que cada uno se las estaba masajeando.

Espectáculo este, que me hizo poner a mil y antes de pasar entre ello, simplemente me subí algo mi faldita y me abrí de piernas y cuando comencé avanzar cada uno me dio una chupadita en mi alborotada vagina y cuando llegué hasta el tercero para que también hiciera lo mismo, me volví y me acomodé frente al del medio y tomé su verga que la apuntalé frente y medio a medio de mi sexo y enseguida me comencé a sentarme sobre ella con algo de dificultad hasta que siento que ella se comienza a desplazar suavemente al interior de mi vagina y ayudada con los mete y saca que él me propinaba y hasta que ella alcanzó a penetrar más de un tercio y me percato que él me agarró de mis hombros y me sentó de un viaje hasta el fondo sobre su preciosa verga que la sentía que había traspasado toda mi vagina y chocaba en el fondo de mi útero, sintiendo en esos momentos una sensación de lujuria y placeres indescriptibles motivados por las circunstancias en que se estaban llevando a cabo los hechos.

Cuando ya nos encontrábamos en esta muy cómoda posición y voy a dar comienzo a los ricos sube y baja, siento que el me desabrochó la pretina de mi faldita y me la retiró completamente, para enseguida agarrarme con tremenda fuerza mis paraditos senos, los cuales ya había descubierto de mi blusita que estaba totalmente desabrochada y me acomodó para succionarlos, especialmente mis pezones que son muy sensuales y atractivos, no sin antes sacarme de mi cuerpo mi camisita y quedando simplemente en pelotas ante ellos, momentos estos que aprovecharon los otros dos contrincantes para proceder a mamarme mis entusiasmados pezones mientras di comienzo a los fenomenales y rápidos sube y baja, hasta que sin darnos ni cuenta siento que tanto a mí como a mi favorecido nos comienzan a llegar los más placenteros orgasmos que ambos esperábamos con ansias y en especial a mí que no fueron menos de cuatro y muy prolongados que apenas me contuve para no gritar de los placeres indescriptibles que estaba recibiendo de ese desconocido que me estaba culeando de una manera y arte fenomenal.

Luego de descansar sentada un par de minutos y aún con la verga del desconocido ensartada dentro de mi vagina, me fui retirando lentamente de ella que aún se encontraba muy erecta y siento que mi excitación y calentura se mantenía al tope comencé nuevamente a realizar con furia los gozadores sube y baja, pero me contuve ya que mientras estaba siendo culeada con furor, yo les estaba masturbando sus ricas vergas a sus dos amigos y al instante, les hice unas espectaculares y ricas mamadas que estuvieron a punto de correrse motivo por el cual ellos me las retiraban de mi boca y me decían que lo dejáramos para el momento en que les tocaría penetrarme, fue así como me retiré rápidamente y me desplacé de inmediato al que se encontraba a mi izquierda, ya que era el que había participado activamente en todas la estimulaciones preliminares y estaba casi a punto de irse cortado, además él también se gastaba una muy respetable herramienta y que calculaba que debía medir más de los 23 cms. y muy cerca de los 4,3 cms. de grueso y diría que algo más grande que la de el primero y que a lo mejor fue producto de habérsela masajeado y succionado en varias oportunidades.

Cuando finalmente llegó el instante de acomodarme y mientras me desplazaba para dar inicio a la segunda y tan esperada culeada de que sería objeto, el nuevo me tomó por mi cintura y simplemente me reclinó totalmente en pelotas sobre el respaldo de la butaca delantera me entreabrió mis piernas para enseguida comenzar a hacerme la mejor comida que jamás me habían hecho en toda mi vida y que me hizo correrme tres veces al hilo y luego al darse cuenta de mis placeres, sencillamente agarró su verga que la tenía dura como un palo y me la apuntó a mi vagina y de un dos por tres comenzó suavemente a metérmela con mucho cuidado y especialmente a que él sabía que era de mayor tamaño que la de su amigo, situación que pude comprobar por que con mi mano derecha le estaba masajeando la verga al primer gozador y se notaba que era algo más menuda que la de él, circunstancia que comencé a comprobar de inmediato y a medida que me la iba metiendo, puesto que ésta entraba con algo de dificultad y produciéndome pequeños dolores por mi estrechez para ese tamaño que estaba recibiendo.

No obstante esta pequeña dificultad y producto de la tremenda calentura que me embargaba por la delicia de verga que me estaba penetrando, le pedí a este que no se preocupara y que si él no sentía dolor alguno, que tratara de metérmela de un solo empujón y hasta su tronquito, momento en que no alcancé ni a recibir la respuesta, él dio comienzo a los rápidos y muy coordinados mete y saca que casi me hacían correr de inmediato…

Cuando siento una fuerte retirada de la última y profunda metida y sencillamente como un potro incontrolado me la mandó guardar sin compasión hasta el fondo de mi útero, puesto que sentía como su cabeza topaba con algo en mi interior y comienzo a sentir descontroladamente la serie de interminables orgasmos múltiples y un torrente de los espesos chorros de lechada del calentito semen que se desparramaban a lo largo e interior de mi vagina y útero como producto de su rica verga que como un sincronizado pistón de motor entraba y salía una y otra vez de mi vagina que se corría y corría interminablemente de los grandes placeres de esa espectacular culeada que acaba de ser objeto y de la cual había gozado mucho más que la anterior y tal vez se debía a la posición de la forma en que fui culeada y creo también, que se debió gran al tamaño de esa tremenda herramienta que me había servido tan placenteramente, pero todo el crédito correspondía sin lugar a dudas al arte que utilizó el poseedor de todos estos atributos en el logro de esta fenomenal culeada.

Posteriormente y para reponerme de esta última y fenomenal culeada que me había dejado casi por los suelos, a esos tres malandrines no se les ocurrió nada mejor, que levantar los apoya brazos de unas cinco butacas al hilo y se sentaron un poco separados unos de otros y me acomodaron de espaldas sobres sus piernas para que descansara un rato, tapándome con mi faldita extendida y con mi camisa sobre mis pechos, pero a mi se me ocurrió que luego de algunos minutos de descanso, si es que se podía llamar así y por el tremendo nerviosismo que a todos nos embargaba, yo me daría vuelta de lado hacia sus vientres y obviamente solamente dos serían los favorecidos, puesto que quedé frente a la verga del primero y con mi vagina frente a la verga del segundo y con mis piernas sobre las del tercero, momentos éstos que rápidamente hicieron que las herramientas de los tres se pusieran al máximo en especial, al que quedó con ella frente a mi vagina y que era el que aún no me había culeado, momentos éstos que a mí también me hicieron subir la temperatura a su máxima ebullición.

Bien lo que sucedió ahora os lo contare mañana no os lo perdáis porque seguro que os ara gozar mucho.

martes, 8 de julio de 2008

En El Cine Porno 1ª Parte

Les relataré una historia erótica de cómo me culearon en una sola sesión tres jóvenes varones de entre unos 22 y 25 años en un cine XXX de películas porno, soy una estupenda chica, de muy buen cuerpo, muy atractiva y sensual, de 1,70 cms. de estatura, lindos ojos verdes y tez trigueña y de profesión azafata.

Todo comenzó unos 6 años atrás, cuando tenía un poco más de 24 años, un día que me encontraba tremendamente excitada y me acordé de una historia contada por una amiga íntima y que lo mejor para saciar los deseos incontenibles, era ir sola a un cine XXX de películas porno y de buen nivel, como a eso de las siete de la tarde y en especial un día viernes y sentarse bien atrás ubicándose lo más cerca de un par de varones jóvenes y que lo demás venía solo y los resultados eran inimaginables.

Fue así como me comenzó a dar vueltas esta idea loca, pero al fin y al cabo muy apetecible y en esos momentos, mi clítoris estaba que se me reventaba de lo caliente y excitada que me encontraba y le fui dando vueltas y vueltas a esa idea, la cual podría tener algún buen resultado puesto que deseaba experimentar nuevas experiencias y sensaciones, sin importarme recatos, lugares o lujurias en donde y con quienes pudiera llevar a cabo mis alocadas pasiones y para dar rienda a ello que ya se había transformado en una obsesión incontrolable.

Con el único propósito de lograr a la brevedad tal deseo, me puse manos a la obra arreglándome muy bien para lo cual me puse solamente una faldita escocesa de media temporada abierta totalmente a un lado y que se afirmaba entrecruzada con un par de botones en su cintura y una blusa blanca abotonada con el objeto de exhibir algo de mis sensuales senos y para facilitar los inevitables manoseos y agarrones de que seguramente sería objeto un par de horas más y finalmente, decidí que solamente me pondría unos cómodos zapatos taco altos y sin medias.

A los pocos minutos, ya me encontraba en el centro de la ciudad y en el sector de los cines porno y obviamente, como a eso de las 7 de la tarde elegí uno del mejor nivel y luego de percatarme que la película que exhibirían hubiese ya comenzado y con el objeto de poder elegir el lugar como me había comentado mi amiga intima, saque algo nerviosa la entrada y me dirigí a la sala respectiva y le pedí al acomodador que solamente me dejara a la entrada y que diera una breve iluminada en las últimas tres o cinco filas de las cómodas butacas y en el centro.

Ya ingresando a la sala me pude percatar, que ésta estaba bastante oscura y algo se iluminaba por las imágenes de la cinta que estaban pasando, pero fue suficiente porque de inmediato me pude percatar que en las últimas filas se estaban acomodando unas tres personas varones y me fui acomodar con la intención de quedar lo más cerca de ellos y mientras me dirigía hacia el lugar elegido, pude observar que una de las personas se levantó rápidamente y se corrió un par de lugares acercándose a donde yo me dirigía, sencillamente, me acomodé en la butaca subsiguiente a la que él ocupó y justamente al lado de los otros dos jóvenes, quienes me miraban disimuladamente y conversaban en voz baja.

Yo me hice la desentendida y ajuste la cómoda butaca a una posición semireclinada, levanté los dos apoya brazos y entrecrucé mis piernas para lograr una muy cómoda vista de la película que exhibían, en la cual ya se podía ver que ésta se trataba de puro sexo y en esos momentos una estupenda mujer le estaba realizando una fenomenal mamada a un atractivo varón dotado de una muy buena polla, de inmediato sentí una suave contracción en mi vagina y me vino un feroz torrente de líquido vaginal que presumía que había mojado totalmente mis braguitas y se escurría a mi culito.

Me encontraba muy preocupada por lo sucedido y en eso me doy cuenta, que el joven anterior se paró disimuladamente y se sentó en la butaca vecina a la mía y acomodó su mano sobre el apoyo de ésta, pero se percató que yo lo había levantado y comenzó a desplazar su mano directamente hacia mi pierna izquierda y muy cerca de mi vagina, mientras el que estaba a mi derecha se notaba muy nervioso y también trataba de poner su mano izquierda sobre el apoyo de la butaca, pero en ese lugar yo estaba apoyando la mía y bastante cargada hacia su lado y muy cerca de su pierna, con el único propósito que se hubiera encontrado con la mía.

En eso yo traté de acomodar mis dos manos para facilitarles la tarea al par de forasteros, cuando siento suavemente como se deslizaba la mano derecha sobre mi rodilla y se comenzaba a desplazar hacia arriba hasta ubicarse en la mitad de mi pierna bajo el borde de mi faldita escocesa y continuaba subiendo hasta que alcanzó a rozar la otra pierna y me las comenzó a separar, momentos estos en que yo me encontraba a más de mil y recibía un segundo torrente de abundante líquido vaginal.

Mientras tanto por el otro lado, el intruso se percató que su contrincante le llevaba la delantera y retiró muy suave y discretamente su mano izquierda y la fue deslizando hasta tocar mi seno del mismo lado y cuyo pezón lo tenía ya muy duro y a punto de reventar, instante en que él se dio cuenta de ello y me lo atrapó con mucha suavidad, para dar comienzo de inmediato a unos agradables masajes y fuertes apretones, lo cual lo entusiasmó mucho y me comenzó desabrochar completamente mi blusita.

Sencillamente, atrapó mis preciosos senos y acercó su boca y me dio un tremendo y largo beso con lengua al cual yo también respondí de la misma manera y luego de besarme mi cuello, me comenzó a succionar mis sensuales pezones y toda mi aureola que casi se la tragaba por completo ya me encontraba a punto de correrme, puesto que la mano de su contrincante ya se encontraba haciendo también de las suyas con mi braguita y me la retiraba hacia un lado y me acariciaba y frotaba estrepitosamente mi alborotado clítoris y también me metía uno de sus grandes dedos entre mis labios mayores y menores, alcanzando algo a entrar en mi aún estrecho himen que casi me hacían acabar por lo descontrolada que me hallaba en esos momentos de gran placer y lujuria.

Yo tampoco perdía mi tiempo y desde el momento en que estos varones se pusieron atrevidos y dieron inicio a lo que deseaban, procedí a acariciarle también sus atributos sexuales los cuales se notaban que eran bastantes generosos y se apreciaban que no debían medir menos de unos 20 cms. y más de los 4 cms. de grueso, sobre todo el que se encontraba a mi derecha y al instante, les bajé sus cremalleras y retiré lo que más pude sus slips y saltaron esas dos inmensas presas, que realmente al tocarlas en vivo y en directo, se apreciaban que debían ser preciosas y muy estupendas y que casi estuve a punto de mamárselas a los dos y lo único que deseaba en esos momentos de la máxima calentura lograda, era empelotarme por completo para que ellos me vieran y masajearan totalmente mi precioso cuerpo por cuanto lugar ellos quisieran.

No obstante les hice una feroz paja que casi los hice correrse un par de veces, pero me contuve al darme cuenta que sus insinuaciones, no eran otras que de culearme lo antes posible puesto que ambos trataban de acomodar mi precioso trasero vuelto hacia su respectivo lado, pero la situación era muy incómoda por la ubicación del apoya brazos que nos separaban y no daba facilidad alguna, motivo por el cual les dije disimuladamente que deseaba ir al baño y que regresaría en unos breves minutos y que levantaran los apoya brazos para lograr mayor comodidad, momento que ellos obviamente no creyeron y sin embargo sus tremendas vergas, aún las mantenían al tope y al retirarme le pegué a cada uno una pequeña y rápida chupadita que los dejaron a mil a los dos y también al tercero, que no perdía el tiempo por lo que observaba y se estaba pegando una fenomenal paja y no me pude contener pegándole también una rápida chupadita y una breve masturbación.

Bien hasta aquí os cuento por hoy mañana os seguiré contando cómo me fue en el cine.