miércoles, 30 de abril de 2008

Una Tarde Con Cuatro Jovenes 1ª Parte

Hoy les voy a contar como me folle a cuatro jóvenes y como goce pareciendo una puta.

Ya me los había follado una vez y se quedaron dormidos así que cuando yo me desperté estaba ya anocheciendo. Me incorpore y observe los cuerpos desnudos de los jóvenes. Que tranquilos y descansados estaban, y pensar que no hace mucho habían desplegado toda su fuerza sexual, para calmar sus instintos, contra mi cuerpo.

Me puso en pie, estaba sudada y tenía restos de semen en las piernas y en los pechos, por que aunque casi todas las veces se corrieron dentro de mi vajina, dos veces lo hicieron fuera, una sobre las piernas y otra sobre los pechos quedando estos impregnados del líquido masculino. Lo más fácil para mi hubiese sido, aprovechando que los jóvenes dormían, vestirme e irme para casa, pero en cambio tome otra decisión. Me dirigí hacia la cocina, abrí la nevera y eche un vistazo dentro.Me puso un delantal de peto y me dispuse a preparar la cena, tal vez como recompensa por haberme echo pasar tan buena tarde.Una vez acabada mi tarea de cocinar desperté a los jóvenes,

- venga despertar que os tengo preparada la cena,

- ah que bien, muchas gracias- dijeron ellos.Se sentaron en la mesa y yo quede de pie apoyada en la cimera observando como devoraban la cena,

- Oye no vale, nosotros estamos desnudos y tu media tapada, venga sácate el delantal. Yo obedecí y colgué la prenda de donde la había sacado.
Casi habían finalizado de cenar cuando detectó que uno de ellos volvía a tener su aparato preparado para entrar en acción.

– Pero hombre ya estás así otra vez- dije a lo que él respondió

– Es que no sabes como me pones-

- Ya lo sé, ya- yo me inclinó hacia delante y enseñándole mi hermoso culo le digo,- ven, anda disfruta y hazme disfrutar

El se levantó al instante la agarró fuertemente por las caderas y tomando impulso le ensartó toda su gran polla,

- Sii, hasta el fondo, como me gusta, aaahhh- mi mujer no paraba de gritar, el se inclino hacia ella y le empezó a sobar de manera brutal los pechos, al tiempo que le decía al oído,

- Te gusta que te folle, verdad zorrita, te gusta sentir mi polla dentro verdad?

- Si me gusta, la quiero toda, fóllame, fóllame- entonces esa unión de dos cuerpos se movió hasta que mi mujer apoyó sus manos en la mesa, siempre sin que la polla del joven entrase y saliese a su gusto.Los tres de la mesa estaban ya excitados y con ganas de entrar en acción. Uno de ellos se levantó, abrió la nevera y sacó un bote de nata, puso en la punta de la polla de cada uno de sus compañeros y en la suya un pegote de nata.

– Venga golfa cómete la nata- entonces y siempre mientras era penetrada me movia hacia uno de los postres y lo empecé a comer,

- Uhmmmmmmm como me gusta, que comidita. Así una tras otra me las fui comiendo y justo cuando acaba con la última sentí como mi chocho se volvió a llenar de semen,

- Me corroooo, diossssss que polvo- gritaba el muchacho.
- Ahora nos toca a nosotros- y dicho esto me tumbaron en la mesa de la cocina, me cubrieron de nata y los tres golosos empezaron a comerme, los pechos, la boca y sobre todo el chochito. Estaba siendo devorada con devoción y pasión,

- Mira que eres golfa, menuda tarde llevas y aún lo que te queda, ahora su coño estaba siendo sobado por los dedos gordos y largos de un muchacho. Primero uno, luego otro y hasta otro dedo mas se acomodaron en el interior de su vajina y empezaron e moverse. La estaba masturbando y que placer sentía, se incorporó un poco para verse su sexo y como los dedos entraban y salían.

- Te gusta verdad?, te gusta esto puta-

- Si mucho, diosss, como me gusta-,

- Eres una perra en celo que no te das saciado, pero nosotros te saciaremos- y la velocidad de los dedos y de la pelvis de mi mujer cada vez aumentaban, - siiiiiii, siiiiiii- no paraba de gritar, hasta que – me corroo, joder me corrooooo- y al final sintió un orgasmo poderoso.Me tumbó en la mesa descansando, pero pronto volví al trabajo.

Bien lo que continua lo contare mañana para no cansaros no os lo perdáis.

lunes, 28 de abril de 2008

Baño Termal 2ª Parte

Aquí os cuento lo que sucedió cuando llegue a la habitación.

Iba a golpear la puerta de la habitación cuando escuche gemidos y jadeos del interior. Era Inés, su voz era inconfundible. "Dame más, quiero más". Mi primera intención fue retirarme pero mi curiosidad y el morbo que me causaba la situación me lo impidieron. Apoyé mi oreja y mi cuerpo sobre la puerta. Oí las palabras que se prodigaban aunque mi calentura me jugó una mala pasada. Debo haber hecho algún ruido porque sin darme cuenta se abrió la puerta y casi me caigo en brazos del masajista que me recibió con una sonrisa dándome la bienvenida. Inés estaba desnuda y se cubrió con las sábanas.

Fue un momento embarazoso pero Matías, que así se llamaba, rompió el hielo.

"Ahora estamos todos y podemos gozar de un momento maravilloso". Inés sonrió y yo me ruboricé. Se acercó y me tomó en sus brazos mientras hacía caer la salida de baño. Quedé solo cubierta por la bikini. Estaba excitada y dominada por las circunstancias. Solo salían de mi boca palabras pueriles tratando de disuadirlos ya que me imaginaba que no había vuelta atrás e iba a ser partícipe de una situación impensada. Por otro lado varias veces había fantaseado con una orgía y esta era la oportunidad de hacerla realidad.

Inés me desnudó totalmente y me empujó a los brazos de Matías. Me besó y yo instintivamente abrí mi boca y sentí su lengua pegajosa. Sus manos acariciaron mis glúteos y aproximaron mi pelvis a la suya. Sentí su miembro rígido palpitando. Apoyado en mi vientre llegaba al ombligo. Inés nos estimulaba y yo perdí todas mis inhibiciones. Matías me alzó en sus brazos y me depositó en la cama. Me situé entre sus piernas y aprecié su verga enorme y gruesa. La tomé entre mis manos y comencé con una mamada lenta y profunda. Las venas ingurgitadas de sangre y el glande descubierto me estimulaban. En cada caricia la cabeza llegaba hasta mi garganta. Apenas me cabía. Me olvidé de Inés, hasta que la sentí aproximarse y con todo desparpajo acarició mis senos y con voz temblorosa dijo:

"Que manera de chupar la pija, no me lo imaginaba querida".

Luego de algunos minutos de estimular la verga sentí un chorro intermitente que inundó mi boca. Me atraganté y tragué lo que pude haciendo arcadas, el resto escurrió por la comisura de mis labios. Limpié su verga lamiéndola y besándola. Inés me ayudó. Mientras lo hacíamos Matías gemía y nos incitaba con palabras obscenas. Su verga y sus testículos recibieron un tratamiento especial.

Estábamos desbordadas y allí no terminó la orgía. Mientras Matías se recostaba de espalda sobre la cama me situé de rodillas entre las piernas masturbando la verga que se paró inmediatamente. Me dediqué a mamarla con fruición. Al estar inclinada sobre su pelvis mi culo en pompa mostraba por detrás la vulva y el orificio anal. Entonces sentí las manos de Inés que tentada ante la visión que le ofrecía, separaba mis glúteos y su boca y la lengua se ocuparon de besar y lamer mis orificios preparándolos para la cogida.

Mi excitación hizo que me incorporase y colocándome a horcajadas guiase la verga hacia la vulva encharcada por mis jugos. La cabeza rojiza descubierta penetró la vagina y dilató las paredes. Cuando comenzó el bombeo me produjo un cosquilleo y una sensación como jamás había experimentado. Placer, entrega, lujuria, deseosa de ser llenada del semen viscoso que en chorros intermitentes derramaba Matías al eyacular. Gemía al unísono con mi amante. Inés se situó en 69 debajo abierta de piernas me ofreció su concha sedienta. Nos besamos mutuamente la vulva mientras acariciaba mis tetas. Era la primera vez que lo hacia pero no me desagrado. El gusto agridulce de los jugos pringosos que escurrían de su vagina es inconfundible y aún hoy los reconocería.

Matías seguía bombeando y yo desesperada lo incitaba. Inés con voz trémula me susurró "Como coges querida, sos una yegua insaciable"."Jamás me lo hubiese imaginado". Yo no era conciente de mis actos y respondía ante cada estímulo. Jadeaba y gemía. Mi concha se abría y desbordaba el semen que escurría por la pelvis de Matías. Inés se hamacaba y me besaba hasta que me pidió cambiar la posición, ella quería ser cogida nuevamente. Mientras Matías se colocaba por detrás lamí sus testículos.

Acompañé con morbosidad la verga de Matías observando como se introducía totalmente en la vagina de mi amiga que se agitaba ante cada embestida. Nunca había visto de tan cerca una cogida semejante. Era excitante y mi mano se posó en mi concha aún mojada e irritada, y me masturbé. Terminamos en un orgasmo ruidoso mientras Matías derramaba su semen en nuestras caras. Lo limpiamos entre besos y lamidas antes de incorporarnos y dirigirnos al baño juntos para tomar un baño de inmersión.

Matías se despidió sin cobrarnos el servicio pero con la promesa de que esa no sería la última vez. Vaya si cumplimos durante los días restantes de nuestra estadía. Fueron unas vacaciones inolvidables donde descubrí el placer al gozar del sexo sin prejuicios que aún hoy disfruto intensamente.

sábado, 26 de abril de 2008

Baño Termal 1ª Parte

Estaba estresada y junto con una amiga íntima decidimos descansar en las termas de Villa Elisa en la provincia de Entre Ríos. Fuimos dispuestas a disfrutar y gozar de las aguas termales y las ofertas sobre tratamientos de belleza y masajes relajantes que se promocionaban desde ese lugar.

Llegamos al hotel contentas y dispuestas a aprovechar las comodidades y las bellezas del complejo termal y enfrentar el desafío de vencer mis frustraciones del pasado.
Estaba contenta y durante la cena fui más locuaz que de costumbre intercambiando palabras con otros comensales. Luego de cenar nos acostamos con Inés rendidas por el cansancio comentando la magnífica impresión que nos había causado el hotel, la comida y la recepción del personal para finalmente quedarnos profundamente dormidas hasta la mañana siguiente.

Nos levantamos temprano y luego de desayunar nos informamos de las actividades y los horarios del día. Consultamos con el médico del complejo termal y nos dispusimos a tomar el baño con el agua a la temperatura aconsejada. Por la tarde, luego de dormir la siesta decidimos concurrir al centro de estética corporal para gozar de un masaje relajante y tratar de embellecer y refrescar nuestra figura con los profesionales con los que constaba el hotel.

Con Inés decidimos aprovechar todas las propuestas durante nuestra estadía y así lo hicimos. Estábamos dispuestas a gastar todo lo ahorrado durante el año para las vacaciones sin privarnos de nada.

Acá comienza el verdadero relato de lo que ocurrió durante nuestra estancia en el hotel. Yo rechazaba las relaciones sexuales desde mi adolescencia y solo esporádicamente me masturbaba terminando siempre con un sentimiento de culpa.

Inés era más liberal y decidida y fue ella quien tomó la iniciativa. Solicitó un turno y concurrió al consultorio para masajearse con una fisioterapeuta. Al regresar de la sesión me habló maravillas de su experiencia. Yo no me animaba. Jamás me había desnudado frente a otra persona y no me animé el primer día a acompañarla. Su insistencia para que pidiese un turno comentando lo que había disfrutado con su sesión, hicieron que me decidiese y finalmente pedí uno para el día siguiente. Debía superar mi timidez y mi vergüenza sin saber cual sería mi comportamiento ante una situación semejante.

Luego de tomar un baño termal y una ducha reparadora en mi habitación, me dirigí a la cita convenida en el consultorio de la masajista. Maruja era una mujer joven, bonita y de buen cuerpo. Vestía un delantal blanco por encima de las rodillas que dejaban a la vista sus magníficas piernas. Me recibió con simpatía y me tranquilizó explicándome que sabía de mis temores a través de lo que había charlado con Inés y me pidió que me desnudase y confiase en ella.
Me despojé de la ropa y solo cubierta con una toalla me recosté en la camilla. Una música suave ambientaba el consultorio. Delicadamente me invitó a colocarme de bruces y cubrió mi pelvis con una toalla. Mi corazón latía con fuerza y traté de poner mi mente en blanco. Sus manos untadas por un aceite balsámico comenzaron a masajear mi espalda hasta llegar a la cintura. Me liberó de la toalla y masajeo los glúteos con firmeza. Los abrió y yo instintivamente le aparté sus manos imaginando la visión que se ofrecía a su vista donde ya mis jugos mojaban la entrada de mi vulva depilada. Entonces se puso por detrás y desde mis pies con delicadeza comenzó con un masaje suave y persistente subiendo por las piernas, rodillas y muslos deteniéndose en los aductores a los que les dedicó una atención especial. Mi mente se había liberado y mi corazón se aceleró. Dejándome llevar por mis instintos cuando ella separó los muslos, no opuse resistencia. Maruja se había dado cuenta de mi estado y mis necesidades. Todo era sensualidad y erotismo. Abrí lo más posible mis piernas y entonces acarició el clítoris con suavidad e introdujo primero uno y luego dos dedos en la vajina comenzando con un masaje erótico. Comencé a gemir. Me hizo girar y boca arriba continuó con los masajes. Mis senos con sus pezones erectos y duros recibieron las caricias. Yo con los ojos cerrados me dejé llevar por mi calentura, tomé su mano llevándola a mi vulva que estimulada nuevamente descargó sus jugos entre jadeos y gemidos de placer. Tuve un orgasmo maravilloso. Quedé exhausta y relajada. Me incorporé, mis piernas flaqueaban y me apoyé en Maruja que besó ligeramente mis labios y me preguntó si estaba arrepentida. Le expresé que había experimentado una sensación de vergüenza y placer, pero que de ninguna manera estaba arrepentida por lo sucedido que me iniciaba en una nueva etapa para disfrutar de la sexualidad sin el sentido pecaminoso que había tenido hasta ese momento.

Al retornar a la habitación encontré a Inés descansando. Cuando entré sonrió "Como te fue, te veo relajada y feliz". No supe que contestarle pero era evidente que había disfrutado y mi sonrisa velada valía más que cien palabras.

"Mañana vendrá un masajista para atenderme a nuestra habitación". "Espero que vos también aproveches sus servicios antes de terminar nuestras vacaciones".fueron las últimas palabras cuando nos dirigíamos a almorzar para luego recostarnos a dormir la siesta.

Al día siguiente Inés me sugirió que fuese al complejo termal durante la hora que había convenido con el masajista para que la atendiese en nuestra habitación. Entendí su pedido sabiendo el "tratamiento" que iba a recibir. Mientras disfrutaba de las caricias del agua cálida me imaginaba lo que ocurría y no pude menos que sentir envidia e inconscientemente deslicé mis dedos sobre mi vulva desplazando la bikini bajo el agua. Necesitaba un tratamiento similar despojándome de mis últimos prejuicios. Cuando presumí que Inés estaba terminando con sus masajes, me bañé y me seque retornando a nuestra habitación enfundada en una salida de baño.

El complejo distaba unos 100 metros del hotel y corrí presurosa para conocer al masajista cuando se retirase.

Bien lo que paso cuando llegue a la habitación os lo diré mañana no os lo perdáis.

lunes, 21 de abril de 2008

Follando En El Meson

Todo ocurrió un dia que fuimos a una fiesta y llegamos temprano al Salón, aun así nos dejaron pasar antes y le dije a mi marido que iba al tocador como no había gente aun el me acompaño y entramos juntos al baño.

Hay dentro nos empezamos a acariciar y besar apasionadamente, yo le saque la polla del pantalón y se la empecé a mamar como una verdadera puta en eso estábamos cuando entraron en el baño cuatro meseros a cambiarse de ropa y aunque nos sorprendió yo no pare de mamársela y eso a mi marido le excito muchísimo.

Ellos se acercaron y enseguida me ofrecieron sus pollas que complacida las recibí y empecé a mamársela uno a uno cosa que aun excito mas a mi marido, que comenzó a desvestirme quitándome mi vestido negro y dejándome en ropa interior.

Uno de los meseros empezó a besarme y tocarme las tetas mientras otro empezó a tocarme el clítoris y meterme los dedos por mi vajina, yo seguía chupando la polla del otro y mi marido cada vez estaba más excitado.

Cuando me dieron la vuelta y uno de ellos me penetro por mi vajina mientras yo seguía chupando las pollas de los otros incluida la de mi marido.

Yo gemía de placer estaba disfrutando y comportándome como una verdadera puta y eso le gustaba a mi marido, mis gemidos eran callados por otra polla que tenia en la boca.

Así estuvimos un buen rato asta que otro se puso debajo de mi y entonces me metió su polla por mi vajina y el otro me la metió por mi culo cosa que me gusto muchísimo y mientras seguía mamando las otras dos pollas que tenia delante.

Nunca había estado con cuatro a la vez y esto me gusto muchísimo, así fueron cambiándose los meseros mientras yo gozaba de placer y se fueron corriendo uno a uno en todos mis agujeros fue entonces cuando mi marido se puso a masturbarse y se me corrió en mi cara cosa que me gusto muchísimo y me hizo disfrutar ahora si que me sentía como una verdadera puta.

Esto es verdad y les aseguro que los meseros están deseando que volvamos para repetir la experiencia, cosa que ya la volveremos a repetir pero eso os lo contare en otro relato.

jueves, 17 de abril de 2008

La Modelo De Mi Mujer

Mi mujer y yo, al pasar los años de matrimonio, hemos ido introduciendo en nuestras prácticas sexuales nuevos retos. Empezamos por la lencería, pasamos a los juguetes luego comenzamos a hacer fotos, primero ella sola desnuda luego masturbándose y acabamos follando delante de la cámara, la verdad es que mi mujer siempre fue un poco puton. La fotografía nos encantaba, comenzamos enviando nuestras fotos a una página de Internet, a la gente les gusto y recibíamos correos animándonos a ir a más, de proposiciones de chicos y parejas para follarsela.

Yo, como fotógrafo, propuse llegar un poco mas lejos, quería hacer fotos de mi mujer follando con otro hombre o con una mujer y a ella, la muy puta, le gusto la idea. Fue visionando las fotos de otra pareja lo que nos dio una excitante idea, la mujer de las fotos era penetrada por varios hombres en una práctica llamada "gag bang". La sola idea de ser follada por varios hombres la puso a cien y mientras yo le metía mi polla en su coño ella me pedía que le trajera varios tíos para tirárselos mientras yo le sacaba fotos.

Decidimos preparar nuestra sesión de fotografía, nos llevo un tiempo hacer una selección de chicos, los quería jóvenes cuerpo bien cuidado, con un buen rabo y exigimos un analisis de sangre para que todos fueran bien sanos. Alquilamos un apartamento para un fin de semana y nos citamos con cuatro chicos dispuestos a todo.

Preparamos el salón del apartamento con los colchones de las camas, prepare las luces y la cámara muestras ella se vestía para la ocasión. A la hora convenida llegaron nuestros invitados, yo los recibí e hice las presentaciones entre ellos pues no se conocían. Preparaba unas copas cuando entro mi mujer en el salón llevaba un vestido verde de tirantes muy ajustado y corto, estaba guapísima morena con el cabello largo y liso, alta con los pechos bien abundantes e insinuantes que querían salirse por el escote y las piernas largas. Era un autentico bombón de 34 años. Ella saludaba a los chicos con un piquito en los labios y yo comenzaba a sacar las primeras fotos.

Mi mujer propuso que fueran ellos los que empezaran a desnudarse delante de ella y a los pocos minutos estaban los cuatro delante de ella apuntándole con sus pollas. Se le acercaron y la levantaron el vestido cayo al momento y en menos de un minuto ella solo vestía los zapatos de tacón, las manos acariciaban sus pechos, sus nalgas sus piernas, su coño depilado era acariciado por varios dedos, ella por su parte cogia las pollas de dos en dos mientras les comía la boca a ellos.

La acostaron en medio del salón sobre el colchón, uno de ellos le abrió las piernas por delante y acerco su lengua a los labios sonrosados de su coño, empezaba a gemir y se introducía dos pollas un la boca y un cuarto chico le comía los prominentes pezones endurecidos. Fueron relevándose en las posiciones sobre ella, yo también me estaba poniendo cachondo con solo verla dando y recibiendo placer con todos ellos, era una visión increíble, fantástica. Uno de ellos era un autentico maestro con la lengua, al momento de empezar a comerle el coño, mi mujer tenia su primer orgasmo, se contorsionaba y gemía con mas intensidad mientras le empujaba la cabeza contra su vajina y ella se metía una buena polla hasta la garganta. Aun estaba corriéndose la muy puta y ya le estaba invitando a que se la follase el primero, le subió las piernas dejando ver su coño abierto y húmedo para recibir la polla que fue tragada entera. Recibía ahora fuertes empujones sobre la entrepierna que subían de intensidad por momentos hasta que se la saca, con el capullo húmedo y morado a punto de explotar va a introducirlo en su boca donde mientras el primer chico inunda la boca de mi mujer de semen otro ya esta penetrándola. Se los paso a los cuatro por la raja del coño, pero la sesión no perdía intensidad.

Ella aun caliente se puso encima de uno de ellos introduciéndose el nabo, yo incite a ellos a que la penetraran dos a la vez, se le acerco uno de ellos por detrás y ella le indico que se embadurnara la verga de lubricante, el chico apoyo su capullo a la entrada de su culo y fue introduciéndosela lentamente hasta el fondo, y así bombeándola por el culo y el coño, la zorra de mi mujer va empalmando los orgasmos.

Los chicos me invitan a participar, uno de ellos me releva en la toma de fotos, lo primero que hago es meter mano al coño de mi mujer, para ver como lo han dejado, y como me imaginaba, caliente y muy dilatado. Monto sobre ella tumbada boca abajo y comienzo a follarla y los chicos, incansables veinteañeros, siguen con intención de metérsela aun mas por donde pueden. Y se me ocurre darme la vuelta con mi mujer y quedo yo tumbado boca arriba con ella encima de espaldas, de frente y follando abierta de piernas frente a ellos y como es tan puta invita a uno de ellos a que ponga el nabo duro a la entrada de su coño, con un movimiento levantando el culo, se saca mi polla y con la mano junta los capullos y va introduciéndolos lentamente los dos a la vez. Y lo consiguió, los dos hasta el fondo, ella llevaba la iniciativa se movía tragando y moviéndose, gemía gritaba y así con dos pollas metidas en el coño, con otra en la boca tuvo una espectacular corrida que la dejo sudorosa, escocida, agotada y satisfecha. Aun pudo recibir los embates de los que aun les quedaba semen en las pelotas.

Cuando dimos por terminada la sesión nos percatamos de que habíamos estado casi tres horas dándole polla a mi mujer, había triunfado, estaba escocida pero la experiencia lo valía. Dentro de un poco de tiempo hablaremos mi putilla y yo sobre que otro reportaje fotográfico podríamos hacer.

miércoles, 16 de abril de 2008

En La Playa Con Amigos

Mi mujer y yo solemos ir a playas nudistas.

Ella se llama Marta, 32 años, de mediana estatura, rubia de melena corta, pechos ni grandes ni pequeños, eso sí, firmes y con unos pezones perfectos, de color rosa; su color de piel es más bien blanquita, culito bien formado. El pubis lo lleva siempre depilado, dejándose un triángulo de pelo, pero con los labios totalmente libres de vello. Yo me llamo Néstor, tengo36 años, soy alto, moreno y unos 16 cm respecto a mi aparato. Yo si que llevo toda la zona del pubis completamente depilada, me encanta esa sensación de suavidad, y mi mujer lo agradece cuando practicamos sexo oral.

Nos gusta hacer nudismo por la sensación de libertad que te da. Nada oprime tu cuerpo. Solemos ir a la playa de Calblanque. Allí la gente va muy a lo suyo, y no suele haber mirones. Es una playa muy extensa, donde el agua está siempre cristalina. Además, tiene zona nudista y no nudista.
El pasado fin de semana estuvimos cenando con una amiga de mi mujer y su novio. Ella tiene se llama Carmen, su misma edad, es morena con el pelo largo. Su novio se llama Luis, 34 años y de mediana estatura. Durante la cena surgió el tema de pasar un día en la playa los cuatro juntos. Nosotros les propusimos ir a Calblanque por lo bonita que era. Era el mes de Julio y como los cuatro estábamos de vacaciones, quedamos para ir el martes.

Salimos de Lorca con destino a la playa. Después de una hora y media llegamos a nuestro destino. Había poca gente y como de costumbre decidimos ir a la zona nudista. Conforme íbamos por la orilla, se veía gente desnuda y vestida. Nosotros nos adentramos hasta una zona de pequeñas calas. Allí no había nadie.

Plantamos la sombrilla y empezamos a sacar las toallas, protectores solares y demás enseres. Las chicas se quitaron la ropa quedándose en el biquini que llevaban debajo. Nosotros en bañador. El día era precioso, lucía el sol y el mar estaba en calma.

Nos untamos de protector solar y nos tumbamos.

A la media hora llegó una pareja y se pusieron a tomar el sol cerca de nosotros. Directamente se quedaron desnudos. Ambos iban totalmente depilados. Aquella situación me empezó a dar envidia y se lo comenté a mi mujer, quien me dijo "vayamos por partes", pues nuestros amigos era la primera vez que iban a una playa nudista.

Se puso a hablar con su amiga Carmen, proponiéndole hacer top-less, cosa que hicieron. Mi mujer se quitó la parte de arriba, dejando al sol sus preciosos pechos, cuyos pezones estaban duros –probablemente porque nunca lo había hecho delante de amigos-. Le siguió Carmen, que tenía unos pechos grandes, pero no con la firmeza de los de mi mujer, estaban muy blanquitos en contraste con el moreno del resto de su cuerpo. Al principio se sonrojó, pero enseguida empezó a darles protector solar y se acostumbró a la situación.

Entonces mi mujer dijo "bueno, como siempre, no hay igualdad; nosotras nos quitamos una prenda y vosotros ninguna". Yo le contesté "no es la misma prenda, pero si es que os sentís en desigualdad…".

Miré a Luís y le dije "¿nos damos un baño?". Luís me contestó que sí, guiñándome un ojo. Nos levantamos y cuando estábamos en la orilla nos despojamos de los bañadores. Las chicas empezaron a silbarnos "¡que culitos, a ver si os dais la vuelta, machotes!". Nos metimos al agua, y estuvimos cerca de media hora nadando y hablando.

Salimos del agua, y mientras nos dirigíamos donde estaban las chicas, vimos que estaban tomando el sol boca abajo, pero ¡totalmente desnudas!. Podíamos ver dos culitos preciosos; el de mi mujer dejaba entrever su almejita depiladita y Carmen tenía el culo blanquito igual que sus pechos. Esto me produjo una reacción en mi polla, pero vamos, no era el único, pues miré a Luís y también. Nos miramos y nos quedamos mudos.

Ya que ellas nos habían dado la sorpresa, decidimos dar un nuevo paso. Al llegar donde estaban, nos colocamos detrás de ellas, pero de la pareja del otro. Cogimos el aceite solar y empezamos a darles aceite por la espalda, bajando por la cintura hasta llegar a sus culitos.

Ellas se movían por el morbo que les daba la situación, pero sin saber que quien les tocaba no era su pareja, sino la contraria. Seguimos avanzando por sus culitos hasta sus rajitas. Carmen tenía una almejita carnosa, de esa que yo le llamo "con alas". Mis dedos untados de aceite se perdía en su chochito, el cual estaba húmedo y caliente. Mientras escuchaba como mi mujer Marta empezaba a jadear, mientras Luís masajeaba sus partes más íntimas.

Se dieron la vuelta y nos descubrieron "¡que pillos que sois, nos habéis engañado, pero sabéis, no está nada mal que te manosee el ajeno delante de tu pareja!", dijo mi mujer. Carmen dijo "esto tenéis que terminarlo machotes, no nos podéis dejar a medias, ni vosotros quedaros sin premio, pero cada uno con su pareja".

Y juntos pero no revueltos, empezamos a comerle las almejitas a nuestras parejas. Mi mujer llevaba totalmente depiladito el chochito para la ocasión y Carmen tenía hechas las ingles brasileñas. Nunca antes habíamos hecho el amor con alguien de testigo. El morbo era alucínate. No nos importaba nada, al revés, escuchar los gemidos y suspiros de nuestros amigos nos excitaba aún más. Mi mujer se volvía loca mientras me comía su almeja, tan deliciosa, hasta que estalló con un orgasmo a los que me tiene acostumbrado. Nuestros amigos se sorprendieron, pero a Carmen pareció gustarle y pronto llegó también al orgasmo.

Entonces decidieron que les tocaba a ellas actuar, por lo que nos tumbamos boca arriba. Mi mujer se puso encima al igual que Carmen con Luís. Yo me deleitaba con las tetas de Carmen mientras mi mujer me lamía los pezones.

Nos vendaron los ojos a Luís y a mí, diciéndonos "ahora nos toca a nosotras daros placer".
Mi mujer me cogió la polla, se la metió en la boca mientras me acariciaba los huevos. Mi polla estaba a punto de reventar, estaba caliente, notando como los labios de Marta se la comían. Luís decía que no aguantaría mucho. De pronto, Carmen dice "a la de tres podéis abrir los ojos, nos encantará ver como os corréis los dos a la vez".

Cual fue nuestra sorpresa que descubrimos que nos habían devuelto con la misma moneda. ¡No era mi mujer quien me estaba chupando la polla, era Carmen! Y ¡Marta a Luís!. Mi excitación fue tal, que empecé a correrme de placer, saliendo un semen blanco puro como no recuerdo nunca.

Luís hizo lo mismo, corriéndose en las tetas de mi mujer.

Después de esto volvimos algún día juntos a Calblanque, pero no quisimos repetir la experiencia para no dañar nuestras respectivas relaciones.

sábado, 12 de abril de 2008

Mi Marido Yo Y Cuatro Mas 2ª Parte

Aquí continuo con esta historia espero que os corráis de gusto.

Mire a mi marido, la quitaron la mordaza para que pudiera hablar, en mi interior pensaba que a el le gustaría verme follada por cuatro, pero quizás no en aquellas circunstancias.

-Elvira, creo que no tenemos alternativa, tienes que ceder. Me dijo mi marido

Deje de forcejear, hinché mis pulmones de aire para mostrar mejor mis pechos, me soltaron y dejaron de tocarme, Mario saco su pene.

- Empieza por chupármelo a mi. Me dijo Mario


Sin quitar la vista a mi marido me agache lentamente, poniéndolo todo en mi boca, no había dado mas de cinco o seis chupadas que.

- ¿Pero que haces?, esto no es chupar ni nada, ¿Es que nadie te ha enseñado?, ¿Que haces con tu marido?, míralo, si tu no la has sabido enseñar lo haré yo, ven zorra.

Se puso delante de mi marido, mientras uno le tapaba la boca, le bajo los pantalones.

- Julio enséñanos como se chupa una polla, lo haría yo pero ella tiene que ir repitiendo lo que tú hagas.

Julio tomo la polla de mi marido, con una mano, con la otra le acariciaba los testículos, con los labios presiono el capullo, varias veces, lamía la punta con la lengua, con movimientos circulares, la fue entrando poco a poco con movimientos les tos y cortos de entra y sacar, mi marido en lugar de chillar empezó a jadear.

- !He! mirar le gusta, el marido nos ha salido un poco gay, ayudad a Julio.

Antonio y Juan se pusieron uno a cada lado de mi marido, le abrieron la camisa y mientras Julio se la chupaba, le lamían los pezones uno cada uno, nunca había visto tanta satisfacción en el rostro de mi marido, aquello me animo he hizo que de verdad quisiera yo follarme a los cuatro, se estaba realizando nuestra fantasía, "los mismos que me follen a mi se follaran también a mi marido".

Mario se dio cuenta rápidamente que los dos queríamos aquella orgía, desato a mi marido, Julio y Antonio se quedaron con mi marido, Mario y Juan conmigo, se la chupe a los dos, ellos me comieron el coño, mi marido se la chupo a Julio y Antonio, ellos también a el, poco a poco nos fuimos desprendiendo de la poca ropa que llevábamos, quedando todos desnudos, Mario me follaba tendida sobre el capo de un coche, en el coche de al lado también tumbado sobre el capo, Julio estaba enculando a mi marido, Antonio y Juan tendieron una manta en el suelo y se la chupaban uno al otro.

Tantos años buscándolo y apareció cuado menos esperábamos, encontrar un hombre bisexual que satisficiera a los dos, teníamos cuatro todo una pasada.

Fuimos cambiando de pareja, hicimos de todo, tríos, cuádruplo, por un rato tuve a los cinco, uno me follaba, el otro me enculaba, se la chupaba a otro, en mis manos las dos pollas sobrantes.
A mi me follaron y encularon los cinco, incluido mi marido, se las chupe a los cinco, mi marido se la chupo a los cuatro, también lo encularon.

Entre ellos no se lo que hicieron porque perdí la cuenta.

Lo que quedaba de vacaciones fue una orgía continua, mantenemos una relación muy efectiva con nuestro vecino Mario que nos folla a los dos.

"Esta Historia ha sido inspirado sobre un comentario que recibí de una lectora de mis relatos, el cual me hizo mucha ilusión, a ella se lo dedico, su comentario empezaba así".

"Guaooooooooo!!! Que buen relato me mantuvo humada de principio a fin!! Ojala consiguiera yo ....."

jueves, 10 de abril de 2008

Mi Marido Yo Y Cuatro Mas 1ª Parte

Después de un año de trabajo, las merecidas vacaciones.

Mis padres tienen un apartamento en un edificio de cuatro platas, cuatro apartamentos por planta, locales comerciales en la planta baja, garaje subterráneo para los vecinos, en total veinte plazas, esta situado casi a primera línea de mar, nos conocemos todos los del edificio de varios años, pero en este, se había vendido un apartamento en el mismo rellano, del cual todavía no conocíamos a los inquilinos.

Una mañana soleada llegamos al apartamento, era muy temprano para comer, el sol calentaba como invitando al refrescante baño, no lo dudamos, solo estábamos a dos pasos de la arena, sin abrir las maletas, solo con el bañador dos toallas y la crema, nos apresuramos a recibir los primeros rayos de sol de la temporada, nuestro cuerpo estaba un poco dorado por los uva de que dispone el gimnasio que frecuentamos.

Después de saludar ha algunos vecinos de apartamento que como nosotros iban cada año, dispusimos las toallas para dorar un poco mas nuestros cuerpos.

Al poco llego un grupo de cuatro hombres, uno de nuestros vecinos nos los presento, Antonio y Juan eran los que parecían mas jóvenes entre veinticuatro y veintiocho años, Julio un poco mayor de unos cuarenta y Mario era el propietario, de unos cincuenta años, nos presentamos nosotros, yo Elvira treinta años, y mi marido Manuel de treinta y cuatro.

No había mucho espacio disponible y se situaron cerca de nosotros, no pude resistir la tentación de mirarlos mientras se desnudaban, me daba una especie de morbo, naturalmente se dieron cuenta por mi descaro y me premiaron con una dulce sonrisa.

Ellos tampoco ocultaron mirarme, solo llevaba la parte de abajo del bikini, mis pechos algo voluminosos pero erguidos, eran al blanco de sus miradas, soy muy coqueta, me gusta sentirme deseada, una de mis fantasías es hacer posiciones delante de un pequeño grupo de hombres para excitarlos, mi marido apenas se dio cuenta, estaba muy entretenido mirando de reojo a nuestras vecinas.

Los dos mas jóvenes con agua apenas en la cintura, se pusieron a jugar tirándose una pelota, a mi estos juegos me van, sin preguntar me incorpore al grupo, corriendo y saltando mis tetas se movían de un lado para otro, arriba y abajo, uno de los dos se zambullo alejándose un poco nadando, quería esconder la gran erección que mis pechos le habían producido.

Por la noche coincidimos con nuestros vecinos, en una pequeña discoteca, fuera del pueblo, a mi marido no le gusta bailar, pero si ver como yo lo hago, se excita viéndolo, me hace vestir muy sexy y provocativa, si se acerca alguien insinuándose mientras bailamos sea hombre o mujer todavía se excita mas y como se que le gusta dejo que me toquen un poco mientras contorneamos nuestros cuerpos.

Julio y Mario se sentaron al lado de mi marido, Antonio y Juan bailaban conmigo, me pusieron en medio de los dos, la pista se fue llenando, nos quedamos a un lado, para no privarles del espectáculo a mi marido y nuestros vecinos.

Los dos jóvenes no desaprovecharon la ocasión, me tocaban el culo y las tetas, en algún momento, se bajo el fino tirante de mi blusa dejando a la vista casi la totalidad de mi seno.
Mario hablaba con mi marido mirándome a mí.

- Manuel espero que no te ofendas pero tienes una mujer muy sexy. Me dijo Mario

- Mario no me ofendo, al contrario es un cumplido.

- !ha!, si tuviera unos años menos estaría con el grupo moviéndome.

- No te prives, a mi mujer le encantara, le gusta bailar con los amigos, aunque sea solo un ratito.

Mario se levanto se puso a mi lado, se movía sin seguir el ritmo, sus manos fueron directas a mi culo y mis tetas, acerco su boca a mi oído.

- Elvira, salgamos un rato fuera, me has excitado, quiero saborear tu culo y tus pechos, nos lo pasaremos bien. Me dijo Mario

- Si hubiera querido salir tendrías el numero tres, Antonio y Juan también me lo han propuesto, pero una cosa es bailar y la otra es la otra. Le conteste

Así paso la velada, cuando ellos se fueron, todavía nos quedamos un poco mas, me senté al lado de mi marido para comentarle que los tres se habían insinuado conmigo.

- Quizás hoy hubiera sido un buen día para llevar a término nuestra fantasía.

- No se, no estoy muy convencida, solo se insinuaban conmigo, tu, era como si no existieras.

- No estoy tan convencido, mientras tú bailabas con los tres, Julio intentaba ser muy amable conmigo, cuando me hablaba me miraba los labios, pero es mera suposición.

El cielo estaba despejado, la noche era muy clara, las estrellas iluminaban tenuemente, junto con la luna los senderos, antes de irnos, paseamos un poco, comentando nuestra fantasía, en tres ocasiones habíamos dado un paso, dos de ellas, al llegar delante del local, nos faltaba un poco de valor para entrar, la ultima logramos pasar la puerta, estuvimos hablando con la relaciones publicas que nos explico las normas que regían, si decidíamos continuar, me refiero a un local liberal.

Mi marido estaba muy nervioso, toda la noche yo en medio de los tres, tocándome, pero lo que mas excitación le dio fue la idea de que Julio intentase ligar con el.

Llegamos al garaje, todas las plazas estaban llenas, menos la nuestra, quería decir esto que no faltaba nadie, al bajar del coche nos rodearon nuestros vecinos.

- Solo faltabais vosotros, esto significa que no vendrá nadie, durante todo el día nos has estado provocando, estamos muy calientes, te deseamos, queremos follarte ahora y aquí mismo no aguantamos mas.

Mi marido salto sobre el, dos de ellos lo sujetaron y ataron en la columna de la estructura del edificio, amordazándole, otro me sujeto a mi por detrás, yo chillaba pidiendo ayuda.

- Es inútil que os resistáis, nadie puede oíros, el local esta insonorizado, no vendrá nadie, si colaboráis, no pasara nada, sino, puedo ponerme nervioso y si mañana queréis denunciaros, no se quien se creerán vuestra versión, después de que nos han visto en publico a los seis durante casi todo el día.

-Bueno que queréis, id rápido. Dije

-Ya te lo hemos dicho, estas muy buena, tienes unos pechos para comerlos y no hablemos de tu culo, para chuparlo, esta mañana en la playa nos has puesto muy nerviosos y solo faltaba la noche para acabar de calentarnos, solo queremos follarte los cuatro. Dijo Mario

Mientras me decía esto, fue bajando los tirantes de la blusa, dejando mis pechos al aire, con los pulgares acariciaba mis pezones, los otros dos levantaron mi falda, para acariciarme los muslos, el otro todavía me tenia sujeta, yo forcejeaba para liberarme.

-Estas dispuesta a colaborar. Dijo Mario

Bien como término esto os lo cuento mañana pero os aseguro que os va a encantar.

martes, 8 de abril de 2008

Follando Con Mi Hermano y Mi Novio

Me llamo Paula. Me eche a mi primer noviete, que era el mejor amigo de mi hermano mayor. Así también adquirí ciertos privilegios de libertad en casa, aprovechando que también iba mi hermano.

Solíamos montar acampadas, Mi hermano y su novia, y mi novio y yo. Estas escapadas de fin de semana solían acabar follando alrededor del fuego o cada cual en sus tiendas de campaña. Hasta que un día, Marta, la novia de mi hermano dejó caer por las buenas que era una lastima que yo y Dani, mi hermano, fuéramos hermanos. De este modo no podíamos hacer intercambio de parejas. A esto Carlos, mi novio, saltó diciendo, qué problema había. Y mi hermano se rió afirmando que por él que no quedase.

Aquello parecía una conjura contra la pobre e indefensa quinceañera, para que accediese a aquella orgía incestuosa. Todo quedó aquella noche en esto pero por la mañana Carlos me saco de la tienda, me puso a cuatro patas y empezó a bombearme muy duro. Mis gritos despertaron a Marta y a Dani, que en seguida salieron a ver el espectáculo.

Rodeados de naturaleza y sin nadie en kilómetros a la redonda, yo gritaba de gusto, con cada arremetida. En esto mi hermano Carlos se cruzó debajo de mí y metió su boca en mi coño, con la intención de lamerme el coño. En esto que Marta, me espetó:

"Cómele la polla!, ¿no me digas que no te apetece?, es enorme, y te lo digo por experiencia, es increíble!!"

Movida por la pasión del momento, trastornada por la frase de Carlos a Dani:

"Cuidado que me estas lamiendo también la polla"

Y la absoluta cara de zorra que me puso Marta, me lleve el rabo de mi hermano a la boca. Era bastante gigantesco, y el sabor de su liquido preseminal, delicioso. Empecé a tomármelo muy en serio y a comérsela como se la comía a Carlos. En un momento que no recuerdo con exactitud, Carlos dejo de bombearme y se puso delante de mí, a follar con Marta. Pensé:

"Que hijo de puta!!!, no le había dado permiso, y se la había metido sin reparos ni condón, de mi coño al suyo"

Para sobre ponerme a mis celos, me levanté, me di la vuelta y me monté en el trasto de mi hermano, algo más grande que la de Carlos. Y comencé a cabalgarlo bufando como un animal. Mi hermano me embestía desde abajo tan fuerte, que empecé a tener un orgasmo encadenado detrás de otro. Y cobraron autentica intensidad, cuando Dani comenzó a gritar con algo de esfuerzo:

"¿Quieres otra en el coño hermanita?, ¿Quieres?"

Yo apenas entendí lo que decía, sólo gritaba y gritaba, así que Carlos debió entender q si, porque llego por detrás, me obligo a acostarme sobre Dani, cosa que me dio un poco de vergüenza, apoyar mis tetas en el cuerpo de mi hermano, aunque no tener su pene ensartado en mi coño, curioso ¿no?

Carlos apretó su capullo contra el pene de Dani y mi coño, para hacerse un hueco. Pronto estábamos los tres bombeando, mientras gemíamos como perros. Me olvidé por completo de Marta, sólo pensaba, sólo sentía con la piel de mi vagina, aquellas maravillosas pollas, luchando en mi interior.

Cuando me recuperé de uno de tantísimos orgasmos, que casi me llevó al mareo, apoye mis manos sobre el pectoral de Dani, le miré a la cara por primera vez, en toda la mañana. En ese momento me sonrió, Carlos me mordió en el cuello, empezaron a correrse en mi interior. Mi vagina ardía, aquel semen hirviendo en mi interior, quemaba cada rincón de lo más profundo de mi joven chochito. Carlos sacó su polla y Dani me hizo girar sobre el suelo, quedando casi arriba, y sacando su pene de mi interior.

Los miraba a los tres, despanzurrada sobre la tierra, mientras sentía toda aquella cantidad de leche hirviendo en mi interior. Marta vio que me miraba el coño, resbalaba poco semen, (debía ser bastante espeso aquella vez, claro, semen mañanero), se arrodilló y comenzó a comerme el coño, despertando mis ganas de volver a follar, unas ganas mucho más intensas que antes de que Carlos me sacara de la tienda para follarme a la luz de la mañana.

Me ayudaron para ponerme en cuclillas sobre Marta que seguía afanándose en conseguir la leche de los chicos, de mi apretadito coño, un poco más abierto de lo habitual. Poco a poco, todo fue resbalando a su boca. Después me besó u jugamos con aquel líquido elemento, hasta tragar más o menos la misma cantidad.

En ese momento dije:

"Bien hermanito, ahora quiero follar contigo a solas".

miércoles, 2 de abril de 2008

Noche de Verano 3ª Parte

Bien aquí les sigo contando la aventura de mi noche de verano con los sudamericanos y los marroquíes

Entramos en el piso que la verdad no era muy lujoso y estaba todo desordenado y empezaron a besarme y mordisquearme los pezones , me tumbaron en el sofá y el primero que se decidió fue Iván que estaba que no podía mas de la fuerte erección que tenia en su polla empezó a metérmela por la boca mientras que Daniel si dedico a meter sus dedos por mi vajina.

Viendo esta se decido también a tomar parte en el juego Jonás que se dedico a magrearme el culo, mientras que Efraín y los marroquíes miraban como me estaba excitando.

Cuando vieron que estaba que no podía mas y me venia el primer orgasmo empezaron a ir metiendo sus pollas por mi vajina y por mi culo eso me éxito muchísimo mas y les decía que no parasen que me follaran sin piedad fue entonces cuando decidieron tomar parte Mohamed y Adbala, hicieron apartarse a Daniel y Jonás y se pusieron ellos empezaron a comerme la vajina y el culo y cuando vieron que estaba al máximo de mi excitación empezaron a prenetarme cada uno por un lado, entonces se acerco Efraín y me metió su polla en la boca.

Yo mamaba esa polla con ansia para que se corriese en mi boca pero el dijo que se correría aun que quería metérmela por la vajina junto a la de Mohamed y así empezó a ir metiendo junto a la otra me dolió pero me gusta, tenia dos pollas en mi vajina y otra en mi culo eso me excito mas y tuve otro orgasmo.

Así fueron turnándose metiendo y sacando sus pollas de mi vajina y mi culo hasta que me dijeron ahora te vas a enterar de verdad de lo que es ser follada por seis tíos.

Yo no sabia que quería decir con eso Efraín pero pronto me entere, me hizo ponerme a cuatro patas como una perra, debajo de mi se colocaron Iván y Jonás y empeceron los dos a penetrarme por la vajina, mientras Mohamed me iba dilatando mas mi culo para meter su polla junto con la de Adbalá por mi culo, eso si que me dolió y mucho quise retirarme pero me sujetaron para que no me moviese y asi fueron penetrándome los dos también por mi culo.

Efraín y Daniel se turnaban para que se la mamase mientras los otros se corrían dentro de mi y entonces se cambiaron, fue Efraín junto a Daniel los que me follaban ahora por mi vajina yo gozaba como una perra nunca había sido follada por seis tíos a la vez y menos de dos en dos por mi culo y mi vajina, así estuvimos mas de 4 horas hasta que se hartaron de follarme.

Cuando ya estaban bien descargados me dieron mi ropa y me dijeron:

-Toma puta tu ropa ya puedes vestirte e irte a tu casa.

Yo me vestí y cuando me disponía a salir vino Efraín y me dijo:

- Te gusto puta como te follamos, si quieres repetir ya sabes donde encontrarnos.

Yo le dije que si me gusto mucho y que seguro que repetiría pero con la condición de que se tenían luego que correr también los seis encima mía para beberme su leche.

Bien si repetí o no eso os lo contare otro día .